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China pone la última piedra de la presa de las Tres Gargantas, la mayor del mundo

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Después de 13 años de obras faraónicas, China puso ayer la última piedra de su nueva 'Gran Muralla', la presa de las Tres Gargantas, el mayor proyecto hidroeléctrico del mundo, orgullosamente erigido contra las aguas del Yangtsé. Durante una sencilla ceremonia, los trabajadores llevaron a cabo un último vertido de hormigón en la cúspide de esta inmensa presa.

«Puedo anunciar al pueblo chino... que la presa de las Tres Gargantas está terminada», declaró Li Yong'an, gerente de la empresa constructora. «Estoy orgulloso», dijo a la muchedumbre reunida en Yichang, en el corazón de China, antes de que sonaran los primeros acordes del himno nacional. El día de ayer marcó el final de las obras de ingeniería civil, es decir la construcción propiamente dicha de la inmensa presa de 2.309 metros de longitud. Pero aún serán necesarios más de dos años para que pueda empezar a funcionar, en 2008.

Últimos generadores

Quedan por instalar los últimos generadores, así como las estructuras y la esclusa que permitirán que los barcos utilicen el pantano. Obra faraónica, alza un muro de hormigón de 185 metros de altura contra las aguas del antiguo Río Azul, reteniendo más de 39.000 millones de metros cúbicos de agua. Para su construcción se utilizaron 27 millones de metros cúbicos de hormigón.

«La presa de las Tres Gargantas es una excelente prueba de lo que los chinos pueden lograr», declaró con satisfacción Cao Guangjing, vicepresidente de la compañía China Yangtze Three Gorges Project Development. La construcción tiene el objetivo de domar las aguas del río más largo del país, el Yangtsé (6.360 km), cuyas crecidas son a menudo mortíferas. En 1998, una de ellas causó la muerte a más de 1.500 personas y obligó a millones de chinos a abandonar sus hogares. En la década de 1930, dos inundaciones se cobraron cada una más de 140.000 vidas.

La presa tiene el objetivo de eliminar los temores de escasez energética. Veintiséis grupos turbo-alternadores producirán cada año 84.700 millones de kilovatios/hora. Hoy, pese a que la producción todavía está lejos de alcanzar su máximo, la energía fabricada es equivalente a la de la presa de Itaipu, hasta hace poco la mayor, en la frontera de Brasil y Paraguay.

El proyecto fue muy criticado por su impacto en el medio ambiente. Unos 1,13 millones de personas tuvieron que ser desplazadas.