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El río Guadalquivir, a su paso por la ciudad de Sevilla. / LA VOZ
ANDALUCÍA

Chaves asegura que se respetarán los intereses de otras comunidades sobre el Guadalquivir

El presidente insiste en que la competencia es «irrenunciable» mientras el PSOE atribuye a presiones de la «patronal de regantes» el revuelo político por el traspaso Los socialistas reprochan a Ibarra que no llamara a Chaves antes de pronunciarse

LA VOZ/SEVILLA
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La petición del traspaso de la gestión del Guadalquivir en el futuro Estatuto de Autonomía es «irrenunciable». Esa fue la palabra más repetida ayer por la mayoría de los miembros de la clase política andaluza, que defendieron con firmeza tener esta competencia pese al aviso del presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que el jueves amenazó con llevar al Tribunal Constitucional el nuevo Estatuto de Autonomía si Andalucía insiste en poseer en exclusiva el control de este río.

A pesar de la advertencia del gobernante de Extremadura, Manuel Chaves se mostró convencido de no habrá recurso de inconstitucionalidad por parte de esta región y de Murcia, ya que indicó que se respetarán los intereses de ambas comunidades y que seguirán recibiendo agua del Guadalquivir. Para facilitar el consenso, se mostró dispuesto a intentar llegar a un acuerdo tras insistir que el futuro texto es «constitucional»: «Se ajustará y se negociará lo que haya que ajustar o negociar», señaló el gobernante, refiriéndose al trámite de la reforma en el Congreso, aunque insistió en que el Guadalquivir «es un río netamente andaluz porque nace y muere en Andalucía, es un símbolo andaluz como el Nilo lo es para Egipto: es irrenunciable».

También se mostró convencido de que no habrá recurso por parte de otras autonomías el secretario de Organización del PSOE-A, Luis Pizarro, que indicó que existen «fórmulas suficientes» para garantizar una gestión «solidaria» del Guadalquivir sin perjudicar a otros territorios, por lo que confió en que Ibarra finalmente no adoptará «ninguna actuación que vaya contra los intereses generales de Andalucía». Así, apuntó que cuando conozca «con pelos y señales» el contenido de la propuesta andaluza no llevará a cabo su advertencia.

Sin perjudicar a otros

Por este motivo, reprochó al dirigente extremeño haberse pronunciado sobre este asunto sin haber «preguntado» previamente a Chaves, por lo que instó a dirigentes de Murcia, Extremadura o Castilla-La Mancha, a «llamarnos para que les expliquemos, porque el texto no agrede al Estado ni al resto de comunidades autónomas» ya que aseveró que Andalucía no aspira a lograr las competencias exclusivas sobre la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) «contra los territorios que también comparten la cuenca».

En este punto, recalcó que la aspiración andaluza no supone una «agresión» para otras comunidades autónomas, sino que va «contra los poderes de dentro» de la propia Confederación que, a su juicio, «se han puesto al lado del PP» en sus críticas a esta demanda. Puso como ejemplo de estos «poderes» a las «patronales de regantes» que han expresado su «inquietud» por el traspaso de la CHG porque «hasta ahora han manejado a su antojo el agua de Andalucía, y eso se va a terminar».

Con todo, el número dos del PSOE andaluz no se mostró «inquieto ni preocupado» por las reacciones contrarias y aseguró que su partido «no va a renunciar» a su reivindicación sobre el Guadalquivir «lo diga Ibarra o lo diga quien lo diga, porque es un instrumento fundamental para el desarrollo económico de Andalucía». Sin embargo, admitió que el texto sufrirá cambios en el Congreso para buscar una «respuesta» que, manteniendo a la CHG como competencia exclusiva de Andalucía por la «singularidad» que supone el único río que nace y muere en la misma comunidad pueda «tranquilizar» a Extremadura, Murcia y La Mancha.

También se pronunciaron sobre este debate PA, IU y PP. Por un lado, el secretario general de los andalucistas, Julián Álvarez, acusó a Ibarra de idear un «fastuoso montaje» para obviar el fracaso estatutario mientras que Diego Valderas (IU) coincidió en calificar el traspaso del Guadalquivir como «irrenunciable». Por su parte, el líder popular Javier Arenas dijo que ve «preocupante» que Chaves se esté «enfrentando» con los presidentes extremeño y murciano mientras que «traga con lo que tenga que tragar» de los nacionalismos «insolidarios» de Cataluña y País Vasco. Paralelamente, ayer se conocieron los datos de un sondeo encargado por el PSOE según el cual el 65,8% de los andaluces apoya el nuevo Estatuto de Autonomía y cree que permitirá aumentar el nivel de autogobierno para la Comunidad y que un 47,7% respalda la actuación del PSOE en este proceso.