ESTRELLAS. Los jugadores del Barça celebran el gol de Belletti que a la postre les daría el título.
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Un futuro muy prometedor

La directiva del Barça piensa reforzar algunos puestos de su plantilla para mantener el excelente nivel exibido en los dos últimos años

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París amaneció pausada. El sol intentaba buscar un lugar para brillar con esplendor ofreciendo una imagen difusa de la ciudad de la luz. Los seguidores del Barça que aún quedaban en la capital francesa aprovechaban para disfrutar de la victoria comprando por las boutiques de las enormes avenidas parisinas. Mientras paseaban, sus héroes vivían la resaca de una larga noche que vivieron en una sala de fiestas tras degustar hasta la saciedad las mieles del triunfo.

El Barça vive uno de los momentos más álgidos de su historia. La consecución de la segunda Liga consecutiva y de la Liga de Campeones refrenda la fuerza de un proyecto iniciado hace tres temporadas. Ni los propios directivos azulgrana encabezados por Joan Laporta esperaban recoger los frutos de su trabajo con tanta celeridad. Pese a ello, tienen muy claro que para perpetuarse en la fina línea del éxito deben apuntalar una plantilla sedienta de títulos.

Esa es la misión que el presidente del Barcelona le ha encomendado a Txiki Begiristain. El secretario técnico azulgrana, en constante contacto con Frank Rijkaard, trabaja a diario para reforzar las posiciones más inestables de la plantilla. Un grupo de jugadores que, gracias a su juventud y a su espíritu ganador, pueden marcar época vestidos de azulgrana. Desde la portería hasta la punta de ataque, todas las posiciones arrojan auténticos ganadores. Con su actuación ante el Arsenal, Valdés se ha consolidado como el presente y el futuro de la meta azulgrana bien secundado por Jorquera.

Pese a su histórico tanto ante el Arsenal, Juliano Belletti no tiene su continuidad asegurada. Rijkaard confía en Oleguer por su capacidad para adaptarse tanto a la posición de lateral como de central. Al técnico holandés le preocupa la pérdida de concentración del brasileño capaz de lo mejor en ataque pero con muchas lagunas defensivas. El lateral izquierdo preocupa menos. No obstante, Txiki anda a la búsqueda y captura de un jugador que pueda actuar tanto en esa posición como en la de central zurdo para descargar de partidos sobretodo a Carles Puyol.

La medular es la línea más sólida del equipo. Combina la clase de Iniesta o de Xavi, la fortaleza de Edmilson o Motta, la mentalidad ganadora de Deco o la capacidad física de Van Bommel. No es previsible que se pueda fichar a un nuevo jugador aunque todo dependerá de las oportunidades que ofrezca el mercado.

Capítulo aparte merece la delantera. El regreso de Larsson a su país y el posible fichaje de Henry son las grandes incógnitas a resolver. La baja del sueco será difícil de sustituir. Decisivo en la final ante el Arsenal con sus dos asistencias, el delantero era fundamental para desatascar el embotellamiento azulgrana ante las defensas rivales. Ante la poca confianza de Rijkaard en Maxi López, todo parece indicar que el Barça acabará fichando a un ariete.

Una decisión que podría tomar un cariz diferente si finalmente Thierry Henry se viste de azulgrana. Su fichaje rebajaría las exigencias de la secretaría técnica. Además, se cuenta con la total recuperación de Messi por lo que el fichaje del francés ofrecería cuatro auténticas estrellas mundiales a las órdenes de Rijkaard: Ronaldinho, Etoo, Messi y Henry. Un sueño al alcance de pocos.

El Barça es consciente de la capacidad de su plantilla. No obstante, no piensa dormirse ni paladear en exceso los triunfos para lanzar al limbo la oportunidad de marcar época con un grupo humano dispuesto a comerse el mundo futbolístico durante los próximos años.