Reciclaje en el paraíso
Que los directivos vivan y rindan mejor es la médula de Líder-Arte, un plan de la Fundación Montenmedio donde tratan a ejecutivos estresados con una combinación de arte y relax
Actualizado: GuardarLas sesiones intensivas para directivos, en casonas aisladas de retiro más propias del ejercicio espiritual que de la vigorización del liderazgo, son historia. Luis Huete, profesor del IESE, junto a los responsables de la Dehesa de Montenmedio y la Fundación NMAC de Vejer, han creado un programa para desestresar a la alta dirección que arranca del principio de que «la contemplación del arte en un entorno completamente natural -como explica Jimena Blázquez, directora de la Fundación- tiene un efecto grandioso en las personas, ayundándolas a entenderse mejor a sí mismas, a los demás y a lo que sucede alrededor». Una apuesta por la sensibilidad y la cultura frente a los que vendían que a los jefes lo que les deja como una malva era un fin de semana campestre disparándose entre sí balines de pintura -que también-.
Las obras de arte que se exponen de forma permanente en la Fundación NMAC, y que se extienden a lo largo de 30 hectáreas de Montenmedio, pertenecen a artistas nacionales e internacionales consagrados como Huang Yong Ping, Roxy Paine, Pilar Albarracín o Michael Lin que, según Luis Huete, «son en cierta forma referentes de opinión ya que sus obras están cargadas de símbolos, sensibilidad y mensajes, y los líderes empresariales no pueden ser diferentes a la expresión artística de su tiempo». A lo que Jimena Blázquez, cuyo currículo se ha forjado en los prestigiosos museos y galerías de arte contemporáneo de Londres, París o Nueva York, apostilla que «a través del arte se pueden encontrar nuevas formas creativas e innovadoras de gestión, a la vez que puede dar acceso a otras posibilidades de negocio, que beneficiarán a la empresa, dando identidad y prestigio».
Concebido para comités de dirección y consejos de administración de empresas «que deseen pasar unos días de descanso y bienestar físico y psíquico con sus respectivos cónyuges», el plan de Líder-Arte consiste, amén de visitar la colección artística, en una sesión sobre liderazgo personal impartida por Huete, el autor de Construye tu sueño, paseos a caballo de pura raza española por la dehesa, partidas o clases de golf en un exclusivo campo de 18 hoyos, rutas en quads y en 4x4 en los circuitos de que dispone la finca, pesca deportiva de altura, masajes, y sesiones relajantes en algunas de las mejores playas del litoral andaluz, situadas en Conil, Caños de Meca y Zahara de los Atunes.
Trabajo de niños
Cuando los estresados llegan a Montenmedio, la mayoría de ellos no están en la línea de actitud necesaria para comprender y aplicar lo que ven. «Muchos piensan que cualquier niño puede hacer arte contemporáneo», dice Blázquez, que confirma que los primeros pasos de los ejecutivos en el camino de la tranquilidad por el arte no son fáciles. En un principio, los directivos no suelen tener tiempo de ir a museos e interesarse por al cultura. Además, «el arte contemporáneo asusta a los que no saben nada acerca de él. Por eso les pregunto cuál es la obra de arte que más les ha llamado la atención, porqué, para que así participen y se sientan implicados», asegura.
Una vez roto el hielo, el proceso de hacer participar a un habitante de la jungla empresarial de la paz del arte en la naturaleza es más sencillo. De hecho, según Jimena Blázquez, las creaciones les pueden servir de mu-cho en su vida diaria.
La directora de la Fundación Montenmedio les explica cómo es necesario para ellos invertir en cultura como enriquecimiento personal. «Les ayuda a ser más abiertos, más libres de pensamiento y abrir sus campos de vi-sión, además de comprender cómo los demás ven y se relacionan con el mundo mediante la expresión artística».
Por eso, una de las primeras preguntas a las que deben responder es ¿Qué es el arte? «No tienen una opinión formada sobre esta cuestión, pero intento explicarles mi propia visión: es una actividad que produce vínculos con el mundo mediante símbolos y gestos, otro modo de expresión de una sociedad y absorbe lo que hay en ella». A partir de ese momento, el arte contemporáneo no les es tan ajeno, ya que pueden, además, conseguir soluciones de gestión para resolver los problemas de sus propios despachos, como las campañas de marketing.
Un ejemplo: la campaña de Amena en la que una mujer cabalga con una bandera verde se basa en la performance de María Abramovic, planteada justamente en la Dehesa Montenmedio.
Otro caso de influencia clara del arte en la empresa es el despegue de Vouitton. «Era una marca olvidada hasta que el artista Takashi Murakami revolucionó la línea con sus colores y se dispararon las ventas, como en el caso de la cadena francesa de supermercados Monoprix y la campaña colorista de la artista Lily Van der Stocker o el logotipo de La Caixa, que hizo Miró».
Por otra parte, el entorno favorece la comprensión en directo. «En Montenmedio no compramos las obras en una galería y las plantamos como una seta, sino que responden a un proceso artístico que se ha llevado a cabo in situ.
Los artistas estudian el contexto social, los materiales, el terreno y hace un trabajo específico». Así, los asistentes conocen todo el proceso de manera más fluida y comparten las anécdotas. Todo esto, además del entorno. Agua y mucha tierra sobre la que a muchos conviene poner los pies, especialmente si se trata del paraíso terrenal de Montenmedio, donde, a ratos andando y otros en coche de caballos, proponen tres rutas: la de los muflones, en la que avistar especies que viven en la reserva como los propios muflones, corzos, gamos y ciervos, zo-rros, perdices, águilas, ruiseñores, malvasías o halcones; la del lago, que muestra las pistas de obstáculos ecuestres, los árboles centenarios que rodean los hoyos del campo de golf y la fauna que puebla la laguna; y la de la cantera, cuyo itinerario surca los paisajes del campo de golf, la cantera y las instalaciones multi-aventura, entre lentiscos, sabinas, acebuches, flores silvestres y las piezas de arte que lo salpican todo.
Sensibles y tolerantes
En definitiva, unas vacaciones en toda regla, porque como subraya Luis Huete que dirige Líder-Arte después de asesorar durante los últimos 25 años a la alta dirección del 80 por ciento de las empresas del Ibex-35, «el fin es descansar y cultivarse intelectualmente, ya que eso hace que los directivos sean más sensibles, tolerantes y reflexivos. Un buen líder -añade el profesor- es aquel que inspira conductas inteligentes en los demás, que logra que las personas nos movamos por el deseo de progreso personal y por el progreso social. Es necesario distanciarse periódicamente con el trabajo diario para definir una estrategia personal y empresarial sostenible. Y urge tomar medidas porque la experiencia confirma que la gran carencia de los directivos españoles es la escasa inversión que hacen en su desarrollo personal».