EN EL REAL. A diario, muchos jóvenes se concentraban en las calles de la Feria alrededor de las botellas de alcohol. / JORGE GARRIDO
Jerez

El PSA considera que el botellón convierte a la Feria en una verbena

Los andalucistas alertan de la falta de seguridad en el recinto del Hontoria Abogan por reabrir los jardines de las casetas de la juventud, como en 2004

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La mitad del Gobierno local de Jerez no comparte la visión optimista de los socialistas acerca del desarrollo de la Feria del Caballo. «No sé en qué Feria ha estado Pilar Sánchez, pero seguro que no es la misma que hemos visto el resto», aseguró ayer el secretario local del PSA, Julio Román, que indicó que la pasada edición se ha erigido en «la más polémica de los últimos años».

«La Feria del Caballo se está verbenizando y a ciertas horas, ha sido un macrobotellón», consideró Román, que reiteró que esta situación deja en entredicho la imagen de la fiesta.

Según el secretario local del PSA, su partido «no ha tenido nada que ver ni ha sido consultado» acerca de los cambios realizados este año en la distribución de las casetas. «Todos los cambios han sido realizados sin contar con el PSA, ni siquiera en materia de seguridad», insistió el secretario local de la formación andalucista, que criticó que la primera edil anunciara «sin consultar a nadie» la colocación de cámaras de seguridad, que no llegaron a ser instaladas finalmente.

Inseguridad

El dirigente nacionalista, que alabó la actuación de la Policía Local, criticó además la falta de antidisturbios en el Real, «que sólo estuvieron el miércoles y el jueves». «Y el helicóptero sólo cubrió el jueves, coincidiendo con la visita de Manuel Chaves», resaltó Julio Román.

El secretario de organización del PSA de Jerez, Juan Díaz, apuntó a que la solución a la dispersión del botellón pasa por volver a la distribución de la Feria de 2004, «cuando las casetas de la Juventud daban a los jardines, evitando guetos y aglomeraciones».

Díaz abogó también por crear un órgano que aglutine a caseteros, las cuatro delegaciones municipales implicadas en la Feria y el mundo del caballo, a la par que incrementar los premios y ayudas para primar a las casetas que renueven sus fachadas.

Las críticas del PSA también apuntaron a los problemas en la celebración del Salón Internacional del Caballo Equisur.

«De 500 caballos inscritos, sólo han venido 300, y hay expositores que han vendido la mitad que el año pasado, planteándose no volver», indicó Julio Román, que lamentó «la improvisación del concurso de acoso y derribo, donde se colocó improvisadamente un toldo para dar sombra a los 400 espectadores».