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EXPECTACIÓN. Tom Hanks, Audrey Tatou y Dan Brown. / AFP
AUDREY TATOU ACTRIZ

«No estaba segura de ser la actriz adecuada para este filme»

Pensaba que el papel era para «una mujer fuerte, no para esta pequeña chica francesa»

ANGÉLICA MARTÍNEZ/COLPISA. LOS ÁNGELES
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Cinco años después de su clamoroso triunfo con Amelie, Audrey Tautou protagoniza El Código Da Vinci, donde da vida a la heroína Sophie Neveu. Ajena a la polémica que la historia ha despertado en el mundo católico, Audrey Tautou considera una exageración la expectación que se ha levantado en torno al filme.

-¿Como aterrizó en la película más polémica del año?

-Era septiembre de 2004 y estaba de vacaciones en México. Me llevé la novela al viaje, me la leí en dos días y la encontré no sólo entretenida sino muy cinematográfica, aunque entonces no sabía que iba a adaptarse al cine. Fue durante la promoción de la película Largo domingo de noviazgo, en Toronto, cuando los periodistas empezaron a preguntarme por El Codigo Da Vinci, porque según ellos mi nombre sonaba.

-¿Tuvo que pelear con muchas actrices por el papel?

-Durante el proceso de audición me asusté un poco, no me sabía las líneas y cuando Ron me pidió que representase una escena me negué. Todavía no sé cómo conseguí el papel, pero Ron creyó en mí, me lo ofreció y yo lo acepté.

-¿Es cierto que rechazó el papel un par de veces?

-No estaba segura de ser la actriz adecuada. De hecho, en la primera audición me llevé mi cámara de fotos para grabar el momento memorable en el que conocía a Tom Hanks y a Ron Howard, para que mi hermana viera que me había encontrado con ellos. Afortunadamente, el director y el productor vieron en mí lo que yo no era capaz de ver. Ahora estoy muy orgullosa de haberla interpretado.

-¿Cuál fue su primera reacción al ver la película?

-Empecé a reírme de mí misma, del estilo de mi pelo, de la intensidad de las carreras de coches, de la acción, me reía de verme en el tipo de película que nunca imaginé que haría. Es un papel para una mujer fuerte, en lugar de esta pequeña chica francesa que se siente fuera de lugar. Sólo espero que el público no comparta conmigo esa opinión.

-¿Supone este filme su gran salto al mercado americano?

-Para nada, ésa no es mi intención en absoluto. No quiero aceptar ninguna oferta que no me interese, no voy a hacer una película sólo por el hecho de que sea una producción de Hollywood, jamás he participado en ningún filme que no me haya emocionado desde el punto de vista artístico. Como actriz, tengo una visión personal de las historias que me interesan, cintas normalmente de espíritu independiente. Eso me gusta más que las grandes películas comerciales como El Código Da Vinci, pero trato de no hacerme juicios de opinión antes de tiempo.

-¿Qué le gustaría hacer después del estreno mundial de El Código Da Vinci?

-Me gustaría descansar, dedicar tiempo a tocar el piano, aprender español, ir al cine y olvidarme un poco de toda esta locura.