La calle luce este aspecto tan descuidado. / ÓSCAR CHAMORRO
CÁDIZ

Una obra «cutre» y sin terminar

Los vecinos de la Zona de Puerta del Mar se quejan del retraso y las 'chapuzas' en los trabajos de Salvador del Mundo y alrededores

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Pegotes de cemento, remates hechos sin cuidado, terminaciones que no deberían recibir ese nombre... Las obras de la calle Salvador del Mundo, en la Zona de Puerta del Mar, han provocado el descontento de vecinos y comerciantes. La primera razón, porque no se han terminado. «La alcaldesa estuvo aquí el 26 de abril y dio orden de que terminaran todo lo que quedaba», explicó el presidente de la asociación de vecinos, Jesús Barrio. Sin embargo, han pasado las semanas «y no han aparecido los obreros para finalizar el trabajo». Tampoco se han colocado las farolas de la mitad de la vía, con lo que esta zona (la que va a dar a la plaza de los Porches) está sin luz desde hace más de dos meses.

Así, en el callejón entre el supermercado Covirán y el bar Aloha, hay huecos por donde -aseguran- se cuelan ratas y cucarachas. «Esta mañana han venido a hacer las mediciones», comenta Francisco Fernández López, de Covirán, pero lo cierto es que aún no se sabe cuándo estará terminada la obra. Y eso que la fecha que se dio fue que estarían acabadas antes del 28 de febrero, asegura Juan Alberto Real, del bar Aloha. Los propietarios de este último establecimiento decidieron presentar un escrito en el Ayuntamiento solicitando que no les cobraran el uso del espacio público para terraza que pidieron para los meses de abril, mayo y junio. Real explicó que habían solicitado ocupar nueve metros cuadrados, lo que supone un abono de cerca de 65 euros. Sin embargo, a fecha de hoy no sabe si el Consistorio se lo cobrará y si podrá utilizar ese espacio para terraza de verano durante los meses de verano. Lo que es seguro es que ha dejado de percibir ingresos que podía haber obtenido con la terraza. Otra de las preocupaciones es cómo se aplicará el pavimento para evitar inundaciones en esta especie de patio. En general, los vecinos y comerciantes se quejan de los desniveles del pavimento, de la colocación de las señales en el suelo para invidentes (que no siempre están colocadas al borde de las aceras) y de los remates con cemento. «No es porque se nos pueda meter el agua, es por la imagen cutre que dan las calles», explica María Luisa Freire, propietaria de la peluquería que lleva su nombre.

Pero los problemas no se acumulan sólo en Salvador del Mundo. En la plaza de los Porches, aún no se han cambiado los maceteros y hay problemas también de iluminación. Además, la plaza luce descuidada y sucia y faltan aún por poner algunos arcos para impedir que los vehículos se suban a las aceras. En otras calles, los vecinos se quejan también del pavimento, que ha provocado numerosas caídas.