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La llegada de un macrocrucero hace patente la falta de organización turística de la capital
Los cruceristas del 'Voyager of the seas' que llegaron a Cádiz preguntaban por sus iglesias, la Catedral y La Caleta Sólo los comerciales de los autobuses de visitas guiadas esperaban a los visitantes a la salida del muelle
Actualizado: GuardarEl segundo mayor crucero que ha pasado por la Bahía de Cádiz, Voyager of the Seas, atracó ayer en el muelle de la capital. Durante siete horas, los turistas que no se marcharon en viajes programados a Sevilla, Jerez o Arcos pasearon por la Catedral, la plaza de San Juan de Dios o el Paseo Marítimo. Sin embargo, muchos de ellos se quejaron de la falta de organización para acoger a los visitantes. Así, salvado el punto de información que poseen el Patronato y el Ayuntamiento dentro del propio muelle, sólo los comerciales de los autobuses de visitas turísticas de la ciudad ofrecían algo de asesoramiento a los recién llegados. Una hora después del desembarco del crucero, la imagen que ofrecía la plaza de la Hispanidad era la de cientos de turistas inmóviles frente a la parada de Comes esperando a que llegara algún autobús turísticos para mostrarles la ciudad.
Otros se decidieron por emprender por su cuenta su viaje por Cádiz. En el punto de información turística del muelle la mayoría quería llegar a La Caleta, las iglesias en general y la Catedral en particular. Claro que muchos llegaban despistados y, según los propios trabajadores del punto de información, preguntaban por la Giralda o por las corridas de toros. «En las agencias de viajes les están vendiendo a los turistas Cádiz como si fuera el puerto de Sevilla; cuando les dices que para ir a Sevilla tienen que coger un autobús que tarda una hora y media sienten que les han engañado», constatan los trabajadores, que añaden que algunos operadores llegan a cobrar hasta «100 euros por un viaje a Sevilla por turista».
Los que se deciden a emprender la visita por su cuenta se impresionan con la plaza de España y con su monumento a Las Cortes. El nuevo pebetero compite en fotos con el castillo de San Sebastián. «Tenemos que aprovechar bien el tiempo, a las cuatro sale el barco; por cierto, nos han hablado de un sitio llamado El Corte Inglés, ¿está muy lejos?» comenta un turista mexicano, que admite que Cádiz «me suena» pero que no sabe nada de la ciudad.
El paseo por la ciudad, que se encuentra entre las escalas de Lisboa y Marsella, se mueve entre la información errónea que les transmiten en muchas ocasiones en el barco, y los descubrimientos que realizan en el centro. «Como nos dijeron que Cádiz estaba al lado de Sevilla ahora nos defrauda no ver su catedral o la Torre del Oro; pero con lo que nos cuesta el viaje no nos vamos a enfadar, hace sol, puede que nos acerquemos a la playa», indicaba el grupo de mexicanos.