ESPERANZADOS. Un agricultor rumano carga heno en un campo cercano a Bucarest. / REUTERS
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La UE aplaza hasta octubre la decisión sobre la adhesión de Bulgaria y Rumanía en 2007

La Comisión propone que Eslovenia entre en la zona euro el próximo año, pero rechaza la candidatura de Lituania debido a su fuerte inflación

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La Comisión Europea retrasó ayer hasta el próximo octubre la evaluación definitiva sobre la adecuación de Bulgaria y Rumanía para adherirse a la Unión Europea. El compromiso asumido con ambos países establece el 1 de enero de 2007 como fecha para la incorporación a la Europa comunitaria, pero los Veinticinco se reservan la posibilidad de demorar doce meses, hasta 2008, ese momento. El anuncio fue realizado por el presidente del organismo, José Manuel Durao Barroso, en el pleno del Parlamento de Estrasburgo.

No es ése todavía el caso de ambos candidatos. La Comisión mantiene serias objeciones sobre Bulgaria debido a la importancia que ha cobrado el crimen organizado. En cuanto a Rumanía, constata avances objetivos en el desmantelamiento y persecución de las bandas criminales, pero el Gobierno de Bucarest no ha hecho aún lo que debía en materia de control de fronteras, seguridad alimentaria e infraestructuras administrativas para gestionar con eficacia las ayudas de Bruselas.

Estirar el plazo

Formalmente, Bruselas debía emitir ayer su veredicto sobre las aspiraciones de ambas candidaturas, pero ha preferido estirar el plazo para no frustrar las esperanzas de Sofía y Bucarest en el trascendental paso que se aprestan a dar, desde que firmaran, en abril de 2005, un Tratado de Adhesión a la Europa comunitaria.

En su análisis de ayer, la Comisión reclama a Bulgaria acciones decididas en seis ámbitos, entre los que destacan la lucha contra la corrupción, el crimen organizado y el blanqueo de capitales. Rumanía, por su parte, tendrá que mejorar su rendimiento en cuatro campos, que comprenden la gestión de fronteras externas, la seguridad alimentaria y las infraestructuras administrativas para gestionar las ayudas europeas.

Además de la posibilidad de retrasar la adhesión durante un año, los tratados firmados con Bulgaria y Rumanía permiten poner en práctica, hasta tres años después de consumada la adhesión, distintas cláusulas de salvaguardia que dejarían a cualquiera de estos dos candidatos fuera de las políticas comunitarias en las que no mantuvieran situaciones equitativas con el resto de los estados miembros.

El primer ministro de Bulgaria, Serguei Stanishev, calificó de «alentador» el informe comunitario sobre el estado de preparación de su ingreso. «Nos estimulan a redoblar nuestros esfuerzos», manifestó, al tiempo que manifestó la voluntad de su Gobierno de seguir promoviendo las reformas necesarias.

Su homólogo rumano, Calin Popescu Tariceanu, también se mostró optimista y manifestó aseguró que el informe es «la mejor valoración que Bucarest tuvo durante todo el proceso de adhesión». Añadió que «es correcto y objetivo», y precisó que realza todo lo que su equipo ha realizado y lo que tiene que hacer aún hasta finales de año.

En la jornada de ayer, el órgano rector de la Unión Europea tomó también decisiones sobre la primera ampliación en la historia de la zona euro. Bruselas recomendó a los Veinticinco que acepten en enero próximo a Eslovenia como el miembro decimotercero de la Unión Económica y Monetaria, y que rechacen la candidatura de Lituania, debido a su fuerte índice de inflación, que se encuentra aún fuera de control.

Eslovenia ha logrado un alto nivel de convergencia económica sostenible con el resto de estados miembros y reúne por tanto las condiciones para incorporarse a la Unión Económica y Monetaria. El informe del Banco Central Europeo señala que la tasa de inflación interanual media fue del 2,3% en marzo, algo por debajo del valor de referencia que establece el Tratado de Convergencia sobre los criterios de estabilidad de precios. De acuerdo a estos datos, el organismo pronostica que se mantendrá estable en los próximos meses.

Por contra, Lituania deberá esperar para incorporarse al euro, ya que su inflación interanual de marzo (2,7%), superó el valor de referencia y se espera que además subA gradualmente. El país báltico cumple todos los criterios de convergencia del Tratado de Maastricht excepto el de poder controlar el incremento de los precios.