Fiestas propone reformas legales para controlar el botellón dentro de la Feria
Gil plantea cambios en la ordenanza municipal y confía en las medidas de la futura ley andaluza sobre el consumo de alcohol en la vía pública La reubicación de los puntos de concentración juvenil aumentará de forma progresiva desde el próximo año y podrá afectar a más casetas
Actualizado: GuardarLa dispersión de las casetas juveniles en la Feria del Caballo no sólo se repetirá, sino que será más amplia y afectará a más casetas. Y así seguirá creciendo año tras año, hasta lograr la efectiva «integración de los jóvenes» y «más seguridad» en el parque González Hontoria. Ésta es, al menos, la intención de la delegada de Fiestas, Ainhoa Gil, quien realizó un balance «extremadamente positivo» pese a las quejas por la extensión de los botellones.
En este sentido, la delegada consideró hasta inevitable esta forma de diversión juvenil dentro del recinto ferial, toda vez que este fenómeno se repite cada fin de semana nos sólo en las calles de Jerez, sino en las de la mayoría de las ciudades andaluzas.
Gil insistió en lo «difícil» que resulta controlar el botellón, y recordó que la solución a esta problemática «no sólo está en las administraciones», sino también en las instituciones educativas y en las propias familias.
No obstante, para intentar atenuar sus efectos se remitió a la normativa que prepara la Junta de Andalucía para la «regulación del consumo de alcohol en la calle», cuyas medidas podrán aplicarse y adaptarse a la Feria.
Además, la delegada avanzó que a nivel técnico «estamos pensando de qué manera» limitar las botellonas en el Real, y admitió que «posiblemente» la solución pasará por introducir algún cambio en la ordenanza municipal sobre la Feria del Caballo.
«En cualquier caso no es para echarse las manos a la cabeza», según la responsable municipal, quien considera bastante más graves «las consecuencias del consumo abusivo de alcohol entre los más jóvenes. Es hipócrita -apostilló- que se mire para otro lado cuando el botellón se concentra en una calle y se proteste cuando ocurre en la Feria».
En su opinión, estas críticas sólo responden a la intención de ciertos políticos de acaparar «un protagonismo en la Feria que no tienen» y lamentó que «no es justo que se desvirtúe un emblema de Jerez» como es su Feria.
Admitió, de todas formas, que «todo es mejorable», incluso la dispersión de las casetas de la juventud, cuyos beneficios cree Ainhoa Gil que se advertirán con el paso de los años, ya que el sistema aplicado en la edición que acaba de concluir fue sólo «una prueba».
Sobre el necesario cambio de ubicación de algunas casetas para hacer viable esta medida, dejó claro la delegada socialista que «la Feria es de todos, no de alguien en particular. Nadie es propietario de una parcela del recinto ferial».
Así las cosas, restó importancia a las críticas de los afectados, porque considera que «sólo se quejaron cuatro caseteros», mientras «la inmensa mayoría de los ciudadanos no se ha percatado de los cambios, ni les ha importado».
Errores
El único «error» que reconoció haber cometido la responsable de Fiestas fue la precipitación con que se hizo pública la reordenación de las casetas. Y para que no se vuelva a repetir el conflicto, el plazo de presentación de solicitudes será este año del 15 de diciembre al 15 de enero. El 15 de febrero se publicará la lista de peticionarios, y el 20 de marzo, como máximo, se conocerá el plano con la ubicación de las casetas.
Gil dejó bien claro que, para la próxima edición, «habrá cambios» en el plano y no sólo se realizarán en función de las sanciones impuestas. Aparte de la potestad municipal para introducir modificaciones, avanzó que se tendrá en cuenta a las casetas que «se han implicado» en la Feria y que «han trabajado» por engrandecer la fiesta. Como ejemplo, citó a Cal y Arena, cuyos responsables hicieron «en solo cuatro días un trabajo magnífico» y lograron «un gran premio».