El Real Madrid acaba la Liga como segundo de rebote
El Sevilla, pletórico, remontó un 0-2 y le endosó cuatro goles en 18 minutos Los locales soñaron con la Champions hasta que los navarros les despertaron
Actualizado:Sólo gracias a Osasuna, uno de sus clásicos enemigos, y a los deméritos del conservador Valencia, el Madrid pudo cumplir de rebote su discreto objetivo de terminar segundo y lograr el billete directo para la próxima Champions. Y el Sevilla, pletórico de fútbol y moral, se quedó con la miel en los labios y sin poder cerrar su excepcional campaña con el sonado premio de acceder a la máxima competición continental. Los goles de Delporte y David López en el Reyno de Navarra salvaron al Madrid del fracaso, de tener que jugar en agosto una ronda previa que complicaría su gira mundial del marketing y los beneficios económicos.
Ante un equipo en estado de gracia, el Madrid arrastró por el Pizjuán todas sus miserias y encajó cuatro goles en poco más de un cuarto de hora. Como la victoria era casi obligada para ambos, no hubo respiro ni tiempo que perder, al menos hasta que Osasuna resolvió ante el Valencia y despejó el panorama. Era fútbol en estado puro, a la antigua usanza, con mucho ataque y grandes facilidades defensivas. Por más de lo que dijese el resultado, el dominio casi siempre fue de un Sevilla pletórico, que ni con el engañoso e injusto 0-2 se vino abajo.
Dos golpes consecutivos, depender de Osasuna y el agotamiento por tanto partido de máxima tensión y celebración, presagiaban que el Sevilla ya no se levantaría. Pero sus jugadores tienen tanta autoestima y creencia en sus posibilidades, que se ven capaces de todo. Y en seis minutos, del 27 al 33, ridiculizaron a los madridistas y les endosaron tres goles que hicieron estallar de júbilo, una vez más, el Pizjuán .
Navas, con un disparo extraordinario desde fuera del área y sin oposición alguna, acortó distancias. Dos minutos después, Casillas no ataja un centro y Saviola no perdona. Y en pleno éxtasis local, Luis Fabiano entra por la izquierda como Pedro por su casa y Saviola resuelve a su antojo. ¿Verlo para creerlo! La avalancha sevillista se cerró con el cuarto, justo antes del descanso. Luis Fabiano agradeció las facilidades de Ramos y Mejía y batió con suma facilidad a Iker.
Entonces, Osasuna y Valencia empataban. Sevilla seguía de fiesta y el Madrid lamentaba su pésima imagen y su condena al tercer puesto. Pero el panorama cambió de forma radical en los albores de la segunda mitad, cuando los rojillos marcaron dos goles en tres minutos que tumbaron al Valencia. De pronto, el Pizjuán calló y los locales bajaron los brazos. La Champions se alejaba para ellos. Con unos y otros más pendientes de Pamplona que del Pizjuán , ya todo sobraba. Zidane, quien desde que anunció su retirada no para de marcar, maquilló la derrota más celebrada por los suyos.