No jueguen ustedes con la tecnología
Actualizado:Señores políticos: sepan ustedes que la capacidad que tienen los países para crear renta y riqueza ya no viene impuesta por la disponibilidad de recursos naturales, humanos y financieros. Sepan que en las dos últimas décadas, la principal limitación del crecimiento económico radica en la posibilidad de crear o comprar recursos tecnológicos. Sin ellos resulta casi inútil la posesión de medios naturales, humanos y financieros. Hoy, el poder está en la tecnología, porque el stock de conocimientos en poder del mundo es la fuente más importante del crecimiento. Robert Solow, Premio Nobel de Economía, fue el primero en medir la contribución al crecimiento de la cantidad de trabajo, el capital y el desarrollo tecnológico. Y ha calculado que el capital y la mano de obra contribuyen ya solamente a una tercera parte del crecimiento económico mundial, porque el resto hay que atribuirlo a ese factor que incluye, fundamentalmente, el progreso tecnológico y el aumento de la productividad. Según sus cálculos, el desarrollo tecnológico ha sido el fundamento del 80% del crecimiento de la renta per capita de Estados Unidos.
España está invirtiendo en Investigación, Desarrollo e Innovación el 0.96% del PIB. Japón invierte el 3,06; Estados Unidos, el 2,74; Alemania, el 2,51; Francia, el 2,23; Reino Unido, el 1,89. Nos estamos olvidando de las auténticas nuevas tecnologías: biónica, robótica, domótica, nanotecnología, eficiencia energética derivada de superconductividad, sistemas expertos de seguridad pública, control de calidad, tecnologías de la información, teleasistencia médico-sanitaria para la tercera edad y la infancia, nuevos materiales cerámicos. Y, para colmo, España ocupa el vigésimocuarto lugar en el ranking mundial que mide la capacidad de un país para sacar rendimiento a internet. Señores políticos: sepan ustedes que la tecnología no es sólo un ordenador para cada dos alumnos, una videoconsola por hogar, un teléfono móvil per capita.