Maragall dice que todavía comparte el proyecto político con Esquerra
Asegura que la decisión de expulsar a ERC ha sido «la más difícil» de su trayectoria
Actualizado: GuardarLas dos principales formaciones políticas que formaban el tripartito catalán, roto el pasado jueves, intentan ahora acercar posiciones ante las próximas elecciones autonómicas de otoño próximo y no descartan reeditar la experiencia en la próxima legislatura. Así lo dio a entender ayer el propio presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, al asegurar que el PSC y ERC todavía comparten «un proyecto político» común.
El president hizo estas declaraciones durante la toma de posesión del cargo de los tres nuevos consejeros socialistas que sustituyen a los seis de ERC expulsados por la oposición de este partido al Estatut. El acto contó con la presencia de los seis destituidos y transcurrió en un clima de cordialidad entre los representantes socialistas e independentistas. Maragall reconoció en tono emocionado durante su intervención que la decisión de expulsar a los consejeros de Esquerra fue «la más difícil» de su carrera política.
En la misma línea, los nuevos consejeros, Xavier Sabaté, Gobernación y Administraciones Públicas; Joan Manuel del Pozo, Educación; y Carme Figueras, Bienestar y Familia, coincidieron en destacar que el pacto de gobierno firmado hace dos años y medio entre el PSC, ERC e ICV-EUiA «está plenamente vigente», y expresaron su «deseo» de continuar con el trabajo de sus predecesores republicanos en sus respectivos departamentos.
Un malentendido
Uno de los hombres fuertes del Gobierno autónomo, el portavoz Joaquim Nadal, abundó en la misma línea defendida por Maragall y sus nuevos colegas en el Ejecutivo. Nadal, que abandera la corriente más nacionalista del PSC, se mostró a favor de un nuevo acercamiento a Esquerra y rechazó, en principio, un gobierno de socialistas y nacionalistas en Cataluña. Consideró que sería «mal entendido» tener «una gran confrontación en campaña electoral» entre el PSC y CiU «y después ponerse de acuerdo para gobernar».
El clima de cordialidad no se resintió por las declaraciones del líder de Esquerra, Josep Lluis Carod-Rovira, quien acusó a José Luis Rodríguez Zapatero de haber «matado el pacto de izquierdas en Cataluña» cuando el 21 de enero pasado se reunió en secreto con el líder de CiU, Artur Mas, para pactar el nuevo Estatut.
El presidente de ERC, que se mostró escéptico sobre las posibilidades de reeditar el tripartito en la próxima legislatura, señaló en declaraciones a la cadena Ser que se siente «decepcionado» por el jefe del Ejecutivo y, aunque mantendrá una relación personal «cordial», la política será «distinta».