El nuevo presidente italiano, Giorgio Napolitano. / AP
sucede a ciampi

Napolitano jura su cargo como nuevo presidente de la República italiana

Será acogido en el Parlamento por la guardia de honor, según el protocolo que se sigue desde hace más de medio siglo

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El ex comunista Giorgio Napolitano se ha convertido hoy en el undécimo presidente de Italia con el juramento de su cargo en el Parlamento, donde ha pedido "madurez" a las instituciones y una "seria reflexión" a la mayoría y a la oposición sobre sus relaciones políticas.

Napolitano ha asumido su cargo después de que el anterior jefe del Estado, Carlo Azeglio Ciampi, de 86 años, presentara su dimisión tres días antes de que concluyera oficialmente su mandato, de siete años.

El nuevo presidente, que cumplirá 81 años el próximo junio, es el primer ex comunista en alcanzar la jefatura del Estado, después de ser elegido para ese cargo la semana pasada por la mayoría de centroizquierda, aunque sin el respaldo del bloque conservador que lidera el primer ministro saliente, Silvio Berlusconi.

Giorgio Napolitano acudió hoy al Parlamento, en el palacio romano de Montecitorio, para jurar su mandato de siete años y pronunciar su discurso de investidura, en el que hizo un repaso a la situación política, social y económica del país. Durante su mensaje aludió a la "áspera competición electoral" que se vivió antes de los comicios generales del 9 y 10 de abril, que dieron la victoria a Romano Prodi, y afirmó que la tensión existente entre ambos bloques políticos es signo de "una madurez incompleta".

En medio de los aplausos del centroizquierda, recordó que el cambio de Gobierno "representa la expresión natural del principio mayoritario que Italia adoptó hace quince años". También enumeró los retos a los que debe hacer frente el país, entre ellos el desempleo y la debilidad de sus cuentas públicas, y subrayó la necesidad de frenar la alarmante deuda pública.

Insistió en la importancia que, desde el punto de vista laico, tienen las relaciones entre Italia y el Vaticano, aplaudió el proceso de integración europea y defendió "un nuevo orden mundial de paz y justicia", con "una respuesta firme" al terrorismo y diálogo para evitar el choque de civilizaciones. Aludió, asimismo, al conflicto de Oriente Medio y emplazó a intensificar los esfuerzos para que Israel pueda vivir sin temor al terrorismo y el pueblo palestino tener un Estado independiente.

Mañana inicia las consultas para formar el nuevo gobierno

El nuevo presidente italiano iniciará mañana, martes, las consultas con los líderes políticos con vistas a la formación del próximo Gobierno, que estará encabezado por Romano Prodi. Una vez concluyan las reuniones con los políticos, Napolitano debe encargar a Prodi la formación del Gabinete, momento en que el líder de la alianza de centroizquierda "la Unión" presentará la lista de ministros y éstos jurarán sus cargos. Posteriormente, el Ejecutivo debe obtener la confianza del Parlamento, en el que el centroizquierda tiene la mayoría.

Traspaso de poderes en el Quirinal

Tras su discurso en el Parlamento, Napolitano se trasladó al Palacio presidencial del Quirinale para la ceremonia oficial del traspaso de poderes. La llegada del ex dirigente comunista a la Presidencia ha sido acogida con satisfacción por el centroizquierda y con algunas divisiones en el seno del centroderecha, donde le apoyaron parte de los democristianos de la UDC.

Su nombramiento, sin embargo, fue rechazado por la mayoría del bloque conservador, que consideró que los aliados de Prodi han ocupado todos los cargos institucionales. El primer ministro en funciones, Silvio Berlusconi, fue hoy uno de los pocos que se abstuvo de aplaudir tras el juramento del presidente, mientras que los representantes de la federalista Liga Norte ni siquiera acudieron al hemiciclo.