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RINCÓN. Antonio Martín Murialdo en La Cuesta de las Calesas. / ANTONIO VÁZQUEZ.
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«Me gusta pasear por el casco histórico de Cádiz, tiene un encanto especial»

Entrenador de fútbol del R.C. Portuense

ANTONIO MARTÍN MURIALDO/
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Antonio Martín Murialdo empezó como preparador físico en las divisiones inferiores del Cádiz en el año 1990. Luego, del 94 al 97, recaló en las filas del San Fernando, y Jerez Industrial, equipos de Segunda B y Tercera División.

En el 2000 llegó al Portuense de Tercera División. «Desde entonces estoy vinculado al club como preparador físico y entrenador. Actualmente ejerzo el cargo de entrenador del club y mi función es llevar la preparación física de jugadores que padecen lesiones y que hay que recuperarlos», explica.

Además se encarga de realizar los informes de los futuros rivales del Portuense. «Me debo al club, el Portuense siempre se ha portado conmigo muy bien», afirma.

El trabajo bien hecho le han permitido que tenga ofertas para la próxima temporada. «Estoy en conversaciones con otros equipos, pero el Portuense es la primera opción», explica.

Su lado más formal

Sin embargo, la vida de Martín no sólo gira alrededor del deporte. Cuesta imaginarlo subiendo las escaleras de la Audiencia a diario para acceder a las dependencias de fiscalía y estar inmerso entre expedientes, pero es así. El mister compagina su pasión por el fútbol y el deporte con su trabajo matinal en la Audiencia Provincial de Cádiz, ya que es funcionario de Justicia. «Aquí trabajo desde hace 22 años por extraño que parezca y por las tardes voy a entrenar. Mi mujer se queja muchas veces porque dice que casi no me ve», afirma riéndose.

Con una agenda tan apretada el tiempo de ocio de nuestro protagonista de hoy se limita a los fines de semana. «Tengo poco tiempo para la familia, por eso cuando no trabajo me gusta estar con mi mujer y mis dos hijas. Intento practicar con ellas el paseo por el centro de Cádiz; me gusta porque el caso histórico tiene un embrujo especial», afirma.

/ JESÚS M. VILLASANTE