Más de 30 muertos en ataques de la mafia de Brasil contra la Policía
Las casi 50 acciones armadas que asolaron Sao Paulo fueron la reacción al traslado de presos peligrosos
Actualizado: GuardarTreinta y dos personas, de ellas catorce policías, murieron entre la noche del viernes y la madrugada de ayer en Sao Paulo a causa de unos 48 ataques perpetrados supuestamente por pistoleros del crimen organizado, informaron fuentes oficiales. Unos 32 heridos, entre agentes del orden, ciudadanos y presuntos delincuentes, dejó también la ofensiva criminal de unas seis horas de duración contra instalaciones de policiales, de la Guardia Metropolitana y Seguridad Penitenciaria.
El secretario de Seguridad Pública del estado de Sao Paulo, Saulo de Castro Abreu Filho, informó de que diecisiete policías murieron y otros quince resultaron heridos en tiroteos a comisarías y patrullas. En un posterior balance la Secretaría ratificó los datos y precisó que además fallecieron catorce presuntos delincuentes y un ciudadano. Añadió que otros dos civiles y quince supuestos criminales sufrieron heridas durante los mismos ataques.
El responsable de Seguridad Pública atribuyó los ataques a una represalia por el traslado de 765 presos de presidios del interior del estado a dos de máxima seguridad, uno en Presidente Venceslau, a 620 kilómetros al oeste de Sao Paulo, y el otro en la zona norte de la capital.
Entre los transferidos hay 16 reconocidos líderes del Primeiro Comando da Capital (PCC), una de las principales organizaciones criminales de Sao Paulo, donde se concentra el 40% de la población carcelaria de Brasil. El PCC es acusado por las autoridades de promover las múltiples rebeliones y motines en las cárceles paulistas. En lo que va de año ya se han registrado 42 levantamientos.
Acción de bandidos
De Castro Abreu Filho explicó que los ataques son «una reacción de los bandidos al trabajo de la Policía. Su objetivo es movilizar a los medios de comunicación e intentar dejar la sensación de inseguridad», dijo.
El traslado de prisioneros provocó el viernes dos rebeliones en penitenciarías en el interior de Sao Paulo, con un total de 24 rehenes. Los motines se registraron en la cárcel de Iaras y en la Penitenciaría 1 de Avaré. En cada acción los amotinados tomaron doce rehenes, entre funcionarios y guardias de la prisión.
En un acto público, el gobernador del estado de Sao Paulo, Claudio Lembo, garantizó que la región, la más populosa e industrializada de Brasil, «no se inclinará» ante la oleada de violencia.