REFORZADO. El consejero de la Presidencia, Joaquim Nadal, informa sobre los últimos nombramientos del presidente Maragall. / EFE
ESPAÑA

Maragall remodela su Gobierno pero evita designar un 'delfín'

El presidente catalán nombra a tres consejeros socialistas para sustituir a los seis de ERC Refuerza el poder del ala nacionalista de Nadal

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El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, cerró la crisis gubernamental abierta tras la destitución de seis consejeros de Esquerra con la designación de tres nuevos miembros de su Gobierno, todos socialistas. El jefe del Ejecutivo dejó sin cubrir el puesto de primer consejero para evitar lecturas sobre su posible delfín sucesor si decide no presentarse a las elecciones anticipadas de otoño próximo. La remodelación, en cambio, deja un nuevo hombre fuerte en el Ejecutivo autónomo, Joaquim Nadal, uno de los más claros exponentes del ala nacionalista del PSC, y que ahora suma la Consejería de Presidencia a sus funciones de portavoz y responsable de Obras Públicas.

Maragall preparó los cambios con el primer secretario del PSC y ministro de Industria, José Montilla, y después de aplazar el anuncio dos horas, limitó los cambios a tres nuevos consejeros. De esta forma, su Gobierno pasará de tener 17 carteras a 14. Carme Figueras se hará cargo de Bienestar y Familia; Joan Manel del Pozo de Educación y Universidades; y Xavier Sabaté, de Gobernación y Administraciones Públicas. Los tres son socialistas, con lo que Maragall conformó un Ejecutivo casi monocolor ya que el PSC controla 15 de los 17 departamentos. Los dos restantes están dirigidos por Iniciativa per Catalunya.

El presidente de la Generalitat suprimió el cargo de primer consejero, tarea que desempeñaba el republicano Josep Bargalló, y no tomó en cuenta el ofrecimiento que hizo la víspera el responsable de Economía, Antoni Castells, quien se postuló para el cargo. Quiso evitar así interpretaciones de que la persona designada para esa labor era su apuesta personal para ser el candidato del PSC en los comicios de otoño próximo, siempre que decida no presentarse a la reelección. Un paso que es reclamado por el PSOE e incluso por amplios sectores del PSC, y que también sería bien visto por el Gobierno de Rodríguez Zapatero.

El portavoz del Ejecutivo autónomo reparó en este dato y explicó que el presidente de la Generalitat «no ha querido dar ninguna preferencia para que no se pudiera leer el nombramiento de un primer consejero en ninguna clave que no sea la de la estricta gobernabilidad». Los nombres que suenan para relevar a Maragall son Castells, la consejera Montserrat Tura y el propio Montilla, quien el viernes eludió hablar de candidaturas, aunque en los órganos internos ha asegurado que no aspira a ser el cartel del PSC en las próximas elecciones.

Cambios

Un aspecto asimismo relevante de la remodelación es el reforzamiento de Nadal, que representa a una de las corrientes más nacionalistas del PSC. La Consejería de Presidencia quedará en sus manos y reforzará su poder en el nuevo Govern ya que acumulará a ese cargo la cartera de Obras Públicas y Urbanismo, así como la portavocía del Ejecutivo. Otras novedades son la supresión de la Consejería de Comercio, Turismo y Consumo, y sus dos primeras competencias pasan a depender de Economía y Finanzas, departamento que dirige Castells, un prestigioso economista muy cercano a Maragall y bien valorado por los sectores nacionalistas del PSC, y que verá también incrementada su influencia en el Ejecutivo catalán. Sólo Consumo pasa a la Consejería de Trabajo e Industria, dirigida por el también socialista Jordi Valls.

Del mismo modo, el nuevo titular de Educación se hará cargo de Universidades, y la rama de Investigación y Sociedad de la Información pasa a ser responsabilidad de Presidencia, es decir de Nadal. Los nombramientos de los tres nuevos consejeros serán publicados el lunes en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya y las tomas de posesión, a las que Maragall ha invitado a los consejeros cesantes de ERC, se llevará a cabo ese mismo día.

Prioridad absoluta

Nadal explicó al informar de los cambios que tras la expulsión de Esquerra y la remodelación gubernamental, el objetivo es «el referéndum para el Estatuto de autonomía de catalunya, la campaña de explicación de sus contenidos y conseguir el más alto nivel de participación», así como «una respuesta afirmativa» al nuevo marco de autogobierno «del pueblo de catalunya». Sostuvo que «el presidente de la Generalitat pone por delante el Estatuto a cualquier otra cuestión y lo considera una prioridad absoluta».

La consulta popular se celebrará el 18 de junio, pese a que Maragall meditó la posibilidad de trasladar la votación a un día laborable, el 21 de junio, para asegurarse una mayor afluencia a las urnas. Los expertos calculan que un domingo en puertas del verano, como es el 18, muchos ciudadanos preferirán la playa o cualquier otra actividad festiva que ir a votar. También se descartó, por imposibilidad legal, la idea de ampliar dos horas la jornada de votación.