Carranza pasa página y sólo piensa en el regreso a Primera
Los aficionados consideran que la plantilla no era competitiva para permanecer Muchos socios disculpan a Espárrago aunque creen que su ciclo ha terminado
Actualizado:«Gracias, afición». La plantilla del Cádiz quiso agradecer ayer el apoyo recibido por parte de sus incondicionales durante toda la temporada, tanto en casa como lejos del Carranza. Y no es para menos porque, aunque descendido, el equipo contó ayer con unas gradas repletas de un público totalmente entregado.
Menos de lo habitual, sí, pero más ruidosos que nunca. Los aficionados cadistas que poblaron ayer las gradas del coliseo gaditano volvieron a dar toda una lección de cómo animar al club de sus amores.
La gran mayoría de los medios han destacado este año a la hinchada amarilla como una de las mejores de España. Y el cadismo quiso hacer ayer una última demostración al resto de aficiones de que en Cádiz el fútbol es una fiesta. Si alguien ajeno al fútbol hubiera visto el espectáculo que brindó ayer la hinchada amarilla, creería, sin duda, que se trataba de los aficionados de un equipo que ha ganado alguna competición importante. Pero el Cádiz no sólo no ha ganado un título, sino que se va a Segunda División. Lo que el equipo amarillo sí ha conseguido es una afición digna de elogio en todo el país.
Algunos critican a la directiva, otros al cuerpo técnico y otros a plantilla, pero la mayoría de la afición sigue entregada en cuerpo y alma al equipo, del que espera recibir muchas alegrías muy pronto, con un nuevo ascenso.