PENSATIVO. Espárrago reflexiona sobre el terreno de juego de El Rosal. / ÓSCAR CHAMORRO
Cádiz C.F.

Espárrago se abre las puertas

El técnico no anuncia su marcha, pero sus palabras suenan a despedida «Las personas pasamos y las instituciones quedan; el cadismo continuará»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Espárrago es un maestro en el arte de hablar sin decir nada. Pero ha llegado a un punto en el que no puede, o no quiere, disimular sus sentimientos. Sus gestos lo delatan, el tono de voz, los tiempos verbales, los tópicos que ya han utilizado antes otros técnicos en su misma situación. El uruguayo ya ha tomado una decisión sobre su futuro, «pero la Liga no ha terminado y hasta que no lo haga no vamos a decir absolutamente nada».

Aún así, ayer todo sonaba a despedida. El entrenador que el año pasado consiguiera el ascenso de forma brillante y que este no ha sido capaz de mantenerlo parece tener los días contados en el Cádiz. Sólo queda por aclarar si es él quien se marcha o el club quien decide no renovarle, «porque las cosas han cambiado», como afirmó Antonio Muñoz.

Abatido por la actual situación, da la impresión de que es quien peor ha encajado el descenso. «Estoy triste, porque aunque uno tenga experiencia acusa los momentos duros. Me preocupa el entorno, la familia y la afición, siempre he tenido buenos amigos en Cádiz y siento lo sucedido como si pasara a nivel de selección. Uno piensa en la gente a la que no le hemos dado la permanencia».

Actitud de 'Champions'

Todavía no quiere decir adiós, pero deja algunas frases para reflexionar y comprender que está más fuera que dentro y ya se ha abierto las puertas. «Las personas pasamos y las instituciones quedan. Nos iremos entrenadores y directivos pero la gente seguirá yendo a Carranza a ver al Cádiz, no al rival».

Repite que «estoy muy contento de haber dirigido a este equipo, por su actitud y profesionalidad. Lo han dado todo. Si fuera por esto deberíamos estar en Champions».

El entrenador asegura que «en ningún momento pensé en arrojar la toalla. Es verdad que en el vestuario hubo pequeños problemillas, lógicos, lo que pasa en las familias, pero no influyeron en lo deportivo porque su comportamiento ha sido encomiable».

No le importa la despedida que le brinde hoy el Ramón de Carranza «porque uno sabe lo que se merece. A la gente se le engaña una semana o un mes, pero no 24 meses». Deja caer que todavía se siente con ganas de seguir en el fútbol, «pues si no me hubiese quedado como hace dos años. Uno siempre tiene ganas de ir adonde hay una pelota, somos masoquistas».

No cree que ahora la junta directiva del club le haya retirado su apoyo y ya no confíe en él. «Si no hubieran tenido confianza en mí habrían tomado decisiones. Serían deshonestos y estarían traicionando a una ciudad. Nos apoyaron hasta el último momento».

Incluso entiende que ahora Antonio Muñoz afirme que las cosas han cambiado y la situación no es la misma que en Navidad, cuando ofreció la renovación al técnico. «El fútbol no tiene memoria. Y los que tenemos muchos años en esto sabemos que en los momentos de euforia hay que bajar la pelota al piso y tener la tranquilidad que te da la experiencia». Asegura que, se marche o no, «el club va a seguir creciendo. A nivel de fútbol y estructuras se ha revalorizado. Este traspié de ninguna de las maneras parará todo esto».

Espárrago también aprovecha la última rueda de prensa de la temporada para analizar los pormenores de una campaña en la que se ha dado con los huesos en Segunda. El uruguayo coincide con el presidente cadista, Antonio Muñoz, a la hora de repartir culpabilidades. «Ha sido un descenso de resultados, no de fútbol. Y se ha producido por un cúmulo de situaciones negativas».

Mala suerte y árbitros

Lo primero que deja claro es que «lo hemos dado todo y la gente es consciente de ello, por eso nos pidió en Getafe que fuéramos a saludar». Y con ello apunta que «no vamos a decir que esta plantilla no tiene calidad. El 90% de los medios de comunicación gaditanos y los de fuera han reconocido que no hemos hecho el ridículo, sólo en partidos puntuales como el del Sevilla, Osasuna y Atlético de Madrid estuvimos desacertados». Sin embargo, declara convencido que «debimos ganar al Celta, Zaragoza, Mallorca, Valencia, Villarreal las dos veces y en Bilbao. Y esos son los puntitos que nos han faltado».

Luego llega el balance arbitral. «Si al final de año se compensa, esta temporada el Cádiz termina con números negativos, pero no es una justificación». En cuanto a las lesiones, «el año pasado no tuvimos tantas. Además, nos atacaron todas a la línea ofensiva. Pero son circunstancias del fútbol».

Por último, habla del futuro inmediato del Cádiz. «Este es un equipo generoso, sólido, agresivo, aunque el fútbol es difícil de predecir. La Segunda División es muy curiosa, y ahí está el caso del Atlético que bajó y estuvo dos años en ella. Pero hay que ser optimistas porque las bases están puestas y ya hay un trecho ganado». Él podría encajar en el organigrama del club de alguna manera, «pero hay que hablarlo. La semana que viene será la fumata blanca».