Carod y el Barón de Munchausen

Hay quien asegura que el Barón de Munchausen, protagonista de las aventuras más increíbles y sin sentido de la literatura fantástica existió realmente. Dicen que nació en la ciudad alemana de Hannover en 1720. La mayor de sus habilidades era hablar por los codos en dos idiomas y entre sus oyentes habituales estaba un escribiente llamado Rudolph Erick Raspe, que publicó en 1875 la primera edición en inglés de las andanzas del barón. La aventura más quimérica es la que relata que Munchausen recibe una petición de ayuda de su primo el astrólogo Sirius para poder llegar a la Luna, porque tiene el convencimiento de que el planeta está habitado por seres que conocen el secreto de la inmortalidad. Por eso promete al barón entregarle su enorme fortuna a cambio del secreto de los selenitas. Como todo el mundo sabe, el barón de Munchausen le propuso a su primo viajar a la Luna, valiéndose del impulso que le habría de proporcionar el tirar con fuerza de los cordones de sus zapatos, no sin antes comprobar que, como estaba convencido, podía salir de un pozo y levitar tirándose de sus cabellos.

La pirueta de Carod Rovira, ¿no les recuerda a ustedes la inefable historia de Munchausen? Porque ayer, el desautorizado líder republicano advirtió al presidente de la Generalitat que la destitución de los seis consejeros de ERC de su Ejecutivo y la convocatoria de elecciones anticipadas tendrán «consecuencias» no sólo en el Parlamento de Cataluña, sino en las Cortes generales. ¿No está pidiendo a gritos esta peripecia un escribiente que relate las ambiciones de Sirius-Maragall y el precio que estaba dispuesto a pagar por la inmortalidad política que le proporcionaría un nuevo Estatuto? Y las amenazas del charlatán Carod-Munchausen, ¿no son una ilusoria pretensión de alcanzar la Luna tirando de los cordones de sus zapatos? ¿Imagina el barón del siglo XXI que podrá salir del pozo e incluso levitar en el futuro tirándose de sus propios cabellos?