Prodi hará valer su mayoría absoluta para elegir presidente

El nuevo presidente de Italia será, salvo sorpresa, Giorgio Napolitano, senador vitalicio con larga trayectoria institucional, y supondrá un hito histórico porque se convertirá en el primer comunista en llegar a la jefatura de Estado. Sin embargo, a menos de que haya novedades de última hora, accederá al cargo sólo con el respaldo de La Unión de centroizquierda de Romano Prodi, que por fin podrá hacer valer hoy su mayoría absoluta en el Parlamento e imponer su candidato. La razón es que hoy se celebra la cuarta votación conjunta de diputados y senadores, la primera que rebaja el quórum exigido, que hasta ahora reclamaba los dos tercios.

Los dos escrutinios de ayer, al igual que el primero del lunes, fueron una simple recolección de votos en blanco, tanto de La Unión, como gesto de espera al apoyo de la oposición, como de ésta, en forma de protesta. Fue el reflejo fiel de la falta de acuerdo entre ambos bloques. El centroderecha rechaza a Napolitano, no tanto por su persona, que concita un respeto general, sino por las formas en que Prodi ha llevado la presentación del candidato. Esta negativa a sumar votos para que el nuevo presidente, figura que debe estar por encima de las diferencias políticas, nazca con un amplio consenso no ha sido pacífica, sino que ha causado tensiones en el centroderecha.

Crisis en la derecha

La Alianza Nacional de Gianfranco Fini y los democristianos de UDC eran partidarios de apoyar al final a Napolitano, para no crispar más el ambiente político. Berlusconi estaba casi convencido la noche del lunes, pero la Liga Norte amenazó con romper la alianza e impuso su criterio. Públicamente, la UDC lamentó esta posición, que considera «un error», pero por fidelidad se unió ayer al voto en blanco. Lo que hará hoy es un misterio y la derecha bordea la crisis.

La cuarta y decisiva votación está llamada a poner a prueba la unidad de cada bando. La Unión debe demostrar la solidez que proclama y en teoría le cuadran los números. Si no hay sustos, como los hubo en la elección del presidente del Senado, Napolitano será el nuevo presidente. Lo contrario significaría un gran golpe a su cohesión interna y a la capacidad de mando de Prodi. Del lado de la oposición, la duda es saber si resistirá en su línea dura de no dar ni agua a Prodi y, si es así, si se registrarán escisiones de los más moderados. Siendo Italia, puede pasar cualquier cosa.