Fin de un ciclo
Actualizado: GuardarMuñoz se queda. Lobos también. Espárrago no. Esas son las tres principales conclusiones que se pueden extraer de la larguísima comparecencia de ayer de Antonio Muñoz.
Por partes. Muñoz se queda: Sin duda una buena noticia porque si hay algún responsable último de que el Cádiz esté donde está ese es él. Y no me refiero al descenso, sino al espectacular cambio que ha sufrido el Cádiz en los últimos años. ¿Se imagina usted que hubiese anunciado ayer que está hasta las narices de todo esto y que pone a la venta el club? ¿Y se imagina que apareciera un Piterman o un Rafael Mateo diciendo aquí estoy yo, donde hay que firmar que me quedo con el chiringuito? Para echarse a temblar. Personalmente pienso que más vale Muñoz conocido que especuladores por conocer. Eso no significa que no seamos críticos con buena parte de su gestión esta temporada. El Cádiz juega en inferioridad de condiciones con respecto a sus rivales por el pequeño detalle de que sus ingresos son mucho más bajos que los del resto. ¿Sabía usted que cualquier suplente del Levante o del Córdoba, cualquiera, cobra más que el mejor pagado del Cádiz? Pues eso. Somos pobres y es lo que hay. Al menos de momento.
Segundo punto. Lobos se queda. Esta noticia no es buena, es excelente. Sin duda, el nuevo proyecto debe girar en torno a él. Muñoz afirmó ayer tajantemente que quien le quiera debe aflojar 20 milloncejos. Ojalá sea así y dentro de unos meses no haya que recordarle al presidente sus propias palabras.
Tercer punto. Espárrago tiene las horas contadas. O eso parece. En breve lo sabremos. Pero desde luego, mal empezaríamos si siguiera. Su ciclo ha llegado a su fin. Y debió hacerlo antes. El ex directivo del Cádiz Paco Cervera lo decía en estas páginas el lunes. Todos los milagros del Cádiz, todos, llegaron tras un cambio de entrenador. Tras un golpe de timón que enderezó el rumbo. Lo que debió hacer el Cádiz hace varias jornadas. A lo mejor ahorá estaríamos celebrando la permanencia. Pero claro, cualquiera lo decía entonces. Nosotros lo hicimos y nos tacharon de anticadista. Aquí hay que aplaudir aunque se fallen los goles solo bajo los palos, como se han fallado. O aunque se mantengan seis defensas pese a ir perdiendo. Se ha permitido todo, por parte de casi todos, y así estamos donde estamos.