![](/cadiz/pg060510/prensa/fotos/200605/10/056D3CA-CUL-P2_1.jpg)
Medio siglo de artículos reunidos
Actualizado: GuardarUna tarde de los primeros años 90, bebía un café en la barra de un bar, pudiera ser de Madrid. Tomó una servilleta, pidió un bolígrafo al camarero y escribió las primeras quince líneas de una novela. Metódico y benditamente obsesionado con el buen remate de sus historias, «corrección sobre corrección, ha-llazgo y satisfacción», según Nieves Vázquez Recio, Fernando Quiñones se pasó años mascullando enmiendas a sus tesoros no publicados hasta el aciago 1998 en que dejó huérfano su teclado. Hoy, siete años después de su viaje y cinco tras su último paso por las imprentas, dos obras mil veces corregidas de Fernando Quiñones lo traen de nuevo a los estantes de las librerías.
La Feria del Libro fue el escenario ayer de la presentación de los dos títulos que saldrán a la venta en un mismo volúmen de Alianza Literaria: Los ojos del tiempo y Culpable o el ala de la sombra, escritos entre 1992 y 1994. El título de la segunda es un signo claro del cambio constante que les imprimió el propio Quiñones, que no dejó de dudar sobre cuál sería el encabezado definitivo -Culpable, o bien, El ala de la sombra-, fundidos definitivamente.
La profesora titular de Literatura de la Universidad de Cádiz, Nieves Vázquez Recio fue la encargada de presentar, junto a Mauro y Mariela, los dos hijos del autor, las obras que ella misma ha puesto en pie a partir de la herencia de Quiñones. Porque «todo lo que hay en estos relatos es de Quiñones, dijo-. Él puso el ovillo y yo solamente he tirado del hilo, como una Tesea». Y es que los borradores del propio autor, manuscritos y a má-quina con cientos de estratos de precisiones y notas en distintos colores, le dieron trabajo, «algunos hasta tres días enteros de lupa», confesó. La profesora, encargada de poner en orden la amalgama creativa de Quiñones precisó que se trata de dos obras unidas por el género, la novela corta, la cronología -«el último Quiñones»- y la misma visión de la vida «desde el crepúsculo de la muerte».
Los ojos del tiempo se desarrolla en el escenario de su propia vida, su playa de La Caleta. Allí presenta a su protagonista pescador, Nono , «interlocutor de las cosas suyas, de lo antiguo», que narra todas las vidas que ha vivido y todas las personas que él mismo ha sido: soldado romano, esclavo de África... . Lo hace con «la misma estrategia narrativa de Las mil noches de Hortensia Romero» en la que intercala el habla gaditana de Nono que, como él mismo dijo, «es cosa de oir y no de leer» y la voz culta del escritor. «En la voz del pescador cuenta su propia muerte», dijo Vázquez Recio, y según ella, la obra no posee «un principio ni un fin visibles», porque, trata, al igual que la vida, el asunto «de forma abierta» y «rechaza esos topes, al igual que en la otra novela».
Policiaca, con matices
Se trata de Culpable o el ala de la sombra, que arranca en una comisaría. Un alto cargo ministerial de la UCD se plantea el pasado y el futuro de su vida durante dos horas de acción encerrado en una celda acusado de la muerte de un joven. «Habla especialmente de la muerte, la danza macabra a la que todos somos convocados», con aires de absurdo por la situación a la que se enfrenta el protagonista y el sentimiento de culpa de Dostoyevski. Quiñones tenía algo más que decir. Ayer fue el día de Fernando Quiñones. Minutos antes de la presentación de sus novelas inéditas, veía la luz un nuevo volúmen: El Baúl del pirata, que recoge 85 artículos publicados en Diario de Cádiz desde 1951 hasta la víspera de su muerte, en 1998. La selección y edición corresponde a Ana Sofía Pérez Bustamante y Cecilia Martínez, en la imagen junto a Mauro Quiñones. / ÓSCAR CHAMORRO