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FERIA DEL CABALLO 2006

Quién dijo miedo; pá la Feria

El calor de la tarde no impidió que cientos de jerezanos y visitantes acudieran al Real del González Hontoria, que celebró el día de los ‘cacharritos’ con descuentos de precios... y de tiempo

DAVID FIDALGO || JEREZ
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Quién dijo miedo. Primer día de pasión por el Real de la Feria y al caer la noche el Hontoria estaba empetao.

Cierto que había un plus. Ayer era el día en el que los cacharritos costaban a la mitad de precio, pero también «duran la mitad de tiempo», afirmaban los padres a regañadientes tras cumplir con la obligación de llevar a los retoños a un lugar que no pisan ¿desde? «De año en año pedazo de...».

La inauguración del alumbrado no fue para tanto. Salvo para los que el «hágase la luz» era tan importante como que a la Belén Esteban se le subiera el azúcar durante una visita a una planta de Ebro Puleva.

Hasta un italiano que había jurao y perjurao que no la pisaría estaba allí.

Algunas casetas, en las que para gente que empieza a preocuparse por la pensión, cumplieron con las expectativas; buena música, un parloteo en el momento indicado. ¡Y vámonos que nos vamos!

Unas pocas horas después, más o menos cuando te acuerdas de aquel puchero de tu madre, el personal empezó a dejarse caer por el González Hontoria.

Bajo un calor sofocante, los guiris y nuestros abuelos ya ocupaban mesas en las casetas de los sindicatos. Mientras, una Vaca a Lunare en celo, mugía con música estridente a la espera que nuestra juventud -esa que tiene que pagar nuestras pensiones-, iniciará una jornada de... «vete tú a zabé como terminan estos niños. Y zon las tré».

Mientras que el guati-guati y el rober ya reclamaban la atención del poco personal que deambulaba por el paseo Principal para amenizar la mañana de la TV municipal, la prensa teníamos la primera cita gastronómica, de pescue, en la caseta de los pepes. Venía Arenas, pero como algunos estábamos en otros menesteres, la atención de Felisa fue exquisita, los chascarrillos de Durá, conversos e inversos, y una petición de teléfonos sobre las novedades en las afiliaciones a las «nuevas generaciones», que por cierto aprietan mucho y más en primavera, dieron para afrontar el resto de la tarde. Se llevaron más fotos que el propio secretario general. Esbeltas, vanidosas, etc, etc. Dichosos gráficos, todo lo ven a través de un objetivo, con lo bonito que es palpar; cuando se puede claro.

A esa hora una buena berza era el mejor complemento a una barriga deshecha por los bocatas de choped pork y las conservas de navajuelas chilenas.

El Real del González Hontoria comenzó a tomar forma pública y el tráfico era cada vez más intenso. Sí, dentro del Real, con lo cual sortear a los coches de caballos un lunes a media tarde era como comprarse una play station y perder las instrucciones antes de meterle mano.

Como era un lunes para los niños, reitero, los padres aprovecharon para dejarse caer, los codos en la barra, porque el infierno ya queda muy lejos y bajar hasta allí, como que no. Tu tía. En el purgatorio, al que han mandado a algunas de las casetas con cierto caché, estaba la de Cuba. Unos rebujitos, lo cual nos es preceptivo cuando se visita esta caseta, pero sí más barato.

En estos días las casetas que durante años han ocupado un lugar en el paseo de las Palmeras o el paseo Principal tienen que convivir con las de la movida juvenil, y ayer, aunque habían tenido ya un contacto previo, seguían sin encontrar un momento en el que disfrutar de algo que han vivido durante muchos años; fiesta controlada.

El primer día de juerga oficial fue más intenso de lo que se preveía.

Trajes de gitanas y de chaqueta con corbata, que la Feria también tiene su parte comercial y de señorío, pero sobre todo hay ganas de pasárselo bien, porque esta semana sólo ha hecho más que comenzar.