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Nueva imagen del vino joven.
Jerez

De copas con 'Pepillo'

Asaja Cádiz presenta la nueva imagen de su vino joven, que cambia de formato y de nombre, y con el que quiere acercarse a nuevos públicos

TEXTO Y FOTOS: MARÍA JOSÉ PACHECO / JEREZ
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El placer de disfrutar de un buen vino no entiende de públicos ni de edades, o al menos así debería ser, aunque en demasiadas ocasiones se compruebe que el consumo de los excelentes caldos que da este país -y en particular esta tierra- no está entre las principales costumbres del público joven.

Para dar remedio a esta situación y abrir mercado entre los públicos más jóvenes, la organización agraria Asaja Cádiz aprovechará esta semana el importante escaparate en el que se convierte la Feria del Caballo para dar a conocer la nueva apuesta promovida por sus viticultores y que, con el nombre de Pepillo, pretende hablar de tú a tú a otro tipo de consumidores, sin olvidar a los de toda la vida.

Pepillo es, según explicó María del Mar Ferral, la responsable de Viticultores del Jerez, «un vino fresco y con carácter, que quiere abrirse un hueco entre los caldos blancos jóvenes» y que para los que han visitado con frecuencia la caseta de Asaja Cádiz en las últimas ediciones de la Feria no será un completo desconocido.

Y es que este nuevo caldo es un paso más que esta organización agraria da en su apuesta por la diversificación y por la promoción del vino joven de la tierra, y que hasta ahora se conocía con el nombre -tal vez algo críptico- de VJ2.

Como explicó la encargada de coordinar esta apuesta de los socios de Viticultores del Jerez, Pepillo es la nueva forma en la que se conocerá al anterior VJ2, que ahora se presenta con un nuevo formato en botella de cristal -muy parecida a la de los otros vinos blancos afrutados del mercado- y que toma un nombre «cercano, joven, informal y común, porque todos conocemos o tenemos algún amigo que se llama así y al que le damos un hueco en nuestro círculo y nuestro entorno».

Y ésa es precisamente la intención de estos 39 viticultores que año a año dan un paso más para llegar a lo más lejos con su producto, y que reconocen que «el nombre de VJ2 no era del todo comercial, por eso teníamos que renovar este aspecto y dar un giro comercial y promocional a nuestro vino», asegura Ferral.

Pero no se trata sólo de un cambio de nombre, sino que la lucha y el esfuerzo también se deja notar en la calidad del producto que se servirá en cada copa. Para la responsable de Viticultores del Jerez, «Pepillo es el mismo producto que durante cuatro años han podido probar muchos consumidores, pero que ahora da un salto en el nivel de exigencia y tiene un mejor sabor».

Uno de los principales motivos para dar este giro a la imagen y formato del producto y así ampliar sus horizontes comerciales fue el hecho de que sus creadores detectaron que «la antigua forma de consumirlo, servido a través de un grifo, dejaba muchas lagunas, ya que muchos clientes nos demandaban poder acceder al producto en los supermercados o en cualquier establecimiento».

De ahí que los socios de Viticultores del Jerez comenzaran a estudiar las posibilidades para decidir qué botella sería la adecuada para presentar su vino joven y para conservar todas sus propiedades. Sin olvidar el tema del nuevo nombre. Una ardua labor que los propios productores y bodegueros han llevado a cabo por sus propios medios y tras seguir el dictado de sus propias ideas. «No somos ni comerciantes ni publicitarios, de ahí que tal vez en el pasado optáramos por un nombre como el VJ2 que tenía poco gancho comercial. Pero también somos los que mejor conocemos el producto y los que mejor podemos dar a conocer sus virtudes», explicaba con orgullo Ferral.

Y parece que su nueva aventura, en la que han arriesgado mucho tiempo e inversiones, no está iniciando con mal pie el camino. Sin ir más lejos, el primer lanzamiento que esta asociación de viticultores ha puesto en el mercado es de unas 10.000 botellas de Pepillo, que se están vendiendo en toda España y de las que unas 5.000 ya se han agotado. En vistas de este buen resultado, Viticultores del Jerez ya estudia que de aquí a final de año hayan podido vender unas 50.000 botellas de este nuevo vino que «ya está teniendo una gran aceptación en muchas zonas, aunque la mayor parte del éxito es fuera de la provincia de Cádiz».

Para los que aún no hayan probado este producto -que ya se pudo vislumbrar en la Feria de Muestras de Villamartín-, habrá que recordar algunos detalles básicos como que este vino joven se hace con dos uvas muy presentes en la comarca como la palomino -la uva tradicional de la Denominación de Origen de Jerez- y la moscatel, y que tiene una baja graduación que lo hace más apetecible para algunos tipos de consumidores. Es refrescante y fácil de beber, por lo que puede ser una buena alternativa a otras bebidas como la cerveza, y desde Viticultores del Jerez aconsejan que «se sirva siempre muy frío, sobre todo en épocas de calor y en acontecimientos como las ferias», al tiempo que hacen hincapié en que «el mejor maridaje del Pepillo es con el tapeo».

Un nuevo producto que para muchos será un novedosa forma de beber vino de la zona, pero que para sus creadores es un paso más en la línea de la diversificación tan necesaria en una comarca en la que el precio de la uva está cada vez más bajo. Una actuación en la que Asaja Cádiz ya es veterana, ya que además de este Pepillo ya tiene en el mercado otro vino, el moscatel Esencia.