Mis niños de santa maría

Chonchi, como la conocen todos en el hospital, recuerda con la pasión de una profesional amante de su trabajo sus años en el ambulatorio de la Merced, «con mis niños de Santa María».

Desde niña tenía claro que iba a ser médico, una profesión que no ha conseguido transmitir a sus hijos, aunque en estos momentos son su mayor apoyo junto a su marido. No ha sido una decisión tomada a la ligera.

Sabe que ahora no lo tendrá tan fácil, que el reto es mucho más difícil que cuando empezó de residente en el antiguo Zamacola o en Urgencias en el hospital de Jerez.

Parece algo asustada ante tanta responsabilidad pero dispuesta a afrontar un reto profesional apasionante.

No ha dudado en remangarse y empezar por la cocina, que ya ha visitado, quedando sorprendida, al igual que con la lavandería. Es consciente que el hecho de ser mujer - la primera gerente del hospital de Cádiz- supone tener que demostrar aún más, pero está dispuesta a hacerlo escuchando a todas las partes y dialogando. Conciliar la vida familiar y laboral será también todo un reto, pero «tengo unos hijos y un marido estupendo, un lujerío».

En su rostro está reflejado el cansancio, de jornadas interminables de reuniones y de puesta al día. Pero en sus ojos hay ilusión y en su sonrisa la esperanza de que todo salga bien en la Casa del Enfermo, como le gusta llamar al hospital donde se formó hace 25 años.