AYUDA. la española trabajaba con los refugiados sudaneses que habitan en la zona. / NIC BOTHMA-EFE
ESPAÑA

Una empleada española de Unicef, herida grave durante un atraco en África central

El tiroteo ocurrió en Chad cuando unos delincuentes trataban de robarle el 'jeep' La cooperante, barcelonesa de 37 años, trabajaba en la zona desde hacía un año

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Una empleada humanitaria de Unicef, de nacionalidad española, fue «gravemente herida» el viernes en la región este de Chad cuando unos ladrones la atacaron para robar el jeep de la ONU en el que se desplazaba, según confirmó ayer el portavoz de ese organismo en Ginebra, Damien Personnaz. La cooperante es Silvia Gaya, de 37 años y natural de Barcelona, según fuentes consulares. Las fuentes confirmaron telefónicamente desde Yamena, la capital de Chad, que la cooperante española trabajaba para el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) aproximadamente desde hace un año. Tras ser operada durante varias horas en un hospital de Yamena -adonde fue trasladada desde el lugar en que recibió los disparos- fue trasladada hacia un hospital de París. En la operación, practicada en el hospital militar, intentaron salvarle el brazo en una intervención «muy difícil», según la cónsul honoraria de España en Yamena, Emma Pacios.

«Estamos consternados por este incidente», dijo Personnaz, quien explicó que todo apunta a que el móvil del ataque fue el robo del vehículo en el que la trabajadora de la ONU se desplazaba por la zona oriental de Chad, próxima a la región sudanesa de Darfur, escenario de un conflicto armado y de una grave crisis humanitaria. «No creemos que se trate de un atentado dirigido contra Unicef o la ONU, sino de bandidos», enfatizó.

Aunque el desarrollo de los acontecimientos «no está muy claro», parece que la cooperante española «estaba sola en el coche, esperando a alguien», cuando fue asaltada y disparada «con un fusil kalashnikov» a través de la ventanilla de su vehículo, en las inmediaciones de la localidad de Abeche, en la zona oriental del país.

En los últimos meses, los robos a mano armada de vehículos de entidades humanitarias se han incrementado en la zona y han profundizado el sentimiento de inseguridad. Los organismos de ayuda asisten actualmente a más de 200.000 refugiados sudaneses en esta zona de Chad.