FIESTA. Los jugadores disfrutaron del título con su afición.
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Gran baño de masas

Los jugadores y la afición desataron toda la euforia por el título

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Llevaban semanas acariciándolo. Días sintiéndose campeones. Horas esperando la traca final. Los jugadores y la afición del Barça sentían la Liga suya pero ese sentimiento de posesión no ahorró ni un grito de júbilo. La gran fiesta se inició justo al final del partido cuando el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, recogido por Carles Puyol que por, segundo año consecutivo, alzó la copa como campeón de Liga.

Después de que un grupo catalán entonase a capela el himno del Barça, los jugadores cobraron todo el protagonismo. Primero, vuelta de honor con toda la plantilla, incluido un Messi que se perdió la fiesta de Vigo. Acto seguido,una foto de grupo y desmadre colectivo. Las botellas de cava se descorchaban sin control y las bromas ya no cesarían aunque restarían algo más disimuladas con los habituales parlamentos.

Rijkaard repitió otra vez con un perfecto catalán. «Celebrar otro título con vosotros es un sueño hecho realidad», afirmó el holandés antes de agradecer a sus jugadores el éxito obtenido y recordar el próximo envite en París. Puyol se sumó a los deseos de su entrenador. «Espero que nos volvamos a encontrar pronto para celebrar la Champions», espetó el capitán azulgrana ante el delirio general.

Larsson se llevó la gran ovación de la noche. Sus escuetas palabras tuvieron respuesta inmediata en una afición que idolatra al sueco y que lamenta el adiós de su jugador. Gabri puso punto y final a los parlamentos azulgrana recordando que, pese a su marcha, siempre «llevaré al Barça en el corazón». Esa frase del jugador de la cantera azulgrana dio paso a unos fuegos artificiales que cerraron la noche.

El gran show azulgrana arrancó a las seis y media de la tarde. Justo a esa hora se abrieron las puertas del Camp Nou. Un inmenso gentío se adentraba en las instalaciones para iniciar una jornada festiva

Era innegable que se trataba de un día especial. Los seguidores del Camp Nou tenían ganas de pasárselo en grande con sus ídolos. Además, el buen tiempo, la excelente temperatura y la temprana hora de inicio del partido hicieron el resto. La tarde estuvo repleta de sonrisas. Las más espléndidas, las de los más pequeños. Los padres aprovecharon la bonanza de la jornada para que sus hijos se lo pasarán en grande.

Justo cuando el Barça salía a calentar el estadio presentaba un aspecto espléndido. Inaudito para la gente azulgrana acostumbrada a llegar con el tiempo justo a su butaca. Diez minutos antes del pitido inicial, los aficionados volvieron a jalear a sus jugadores cuando éstos realizaron el habitual corrillo antes de marcharse al vestuario. Idéntico protocolo se siguió cuando los titulares salieron del túnel de vestuarios y contemplaron un mosaico más modesto que en otras ocasiones con el lema: 'Som campions' (somos campeones). Un excelente preámbulo para una tarde llena de emociones en la que más de cincuenta niños pudieron fotografiarse con el once titular sobre el mismo césped del Camp Nou.