Carod y «Los cuernos de Don Friolera»
Actualizado: GuardarRecuerdan stedes Los Cuernos de Don Friolera, el genial esperpento de Valle Inclán? Se suele representar sólo su parte central, porque el prólogo en forma de guiñol y el epílogo a la manera de cantar de ciego son la misma historia contada de diferentes formas. Pero en el prólogo, la tragedia de Don Estrafalario es llevada al límite y se convierte en algo grotesco donde los valores que rigen los comportamientos sociales hacen que nada sea más humillante para un héroe trágico que ver cómo los demás se ríen de su tragedia. En el epílogo, el romance se hace hiperbólico y el personaje llega a parecer un héroe que pretende vengar su honor al modo calderoniano. Ya saben, el teniente apodado Don Friolera, descubre por un anónimo que su mujer le es infiel con un barbero y decide bañar en sangre el adulterio, pero al narrar la venganza a su coronel comprueba que en lugar de matar a su mujer mató a su hija. Son tres modos de ver el mundo: desde abajo, de forma que los personajes parecen héroes, como en el romance de ciego; desde nuestra propia óptica, y así parecen nuestros desventurados semejantes al modo shakespeariniano, como en la parte central de la obra; desde un plano superior, en el que resultan marionetas como las del prólogo.
Para vengar su honor, porque el PSOE les puso los cuernos con CiU mientras Maragall se hacía el ciego del cantar, los dirigentes de ERC recomendaron a sus votantes el voto nulo en el referéndum del Estatuto. Ayer, como títeres, cambiaron de opinión por exigencia de sus bases. Y decidieron que el «no» es la opción catalanista, clara y única. No se sienten desautorizados y dicen que esto no afecta a la continuidad del tripartito. Da mucha risa su tragedia. Porque hay que entender que quieren el «no, pero no mucho», no sea que el Estatuto no salga y se queden con el culo al aire. Así que, lo miremos por donde lo miremos, han escrito un esperpento, prólogo y epílogo incluidos, que no lo mejora el mismísimo Valle Inclán.