Bobby Sands, a la derecha, con Denis Donaldson. / EFE
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Sinn Fein recuerda a su 'mártir' Bobby Sands envuelto en la polémica

Nuevos testimonios revelan que Adams desoyó una propuesta de Londres para evitar la muerte del miembro del IRA hace 25 años

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Sinn Fein, brazo político del IRA, conmemoró ayer el 25º aniversario de la muerte de una de sus figuras más simbólicas, Bobby Sands, que falleció a los 27 años tras una huelga de hambre en la prisión norirlandesa de Maze. Para esta ocasión, el partido republicano, con Gerry Adams y Martin McGuinness a la cabeza, organizó una serie de concentraciones y vigilias en distintas localidades del norte y del sur de la isla.

El acto más emotivo fue el encuentro de antiguos compañeros de cárcel de Sands en la enfermería en los Bloques H de Maze, lugar donde se encerraba a los prisioneros republicanos durante el conflicto norirlandés.

Pero a diferencia de otros años, este aniversario ha estado marcado por la polémica. Nuevos testimonios de personas cercanas a los huelguistas indican que el liderazgo del IRA-Sinn Fein, ostentado según éstos por Adams, recibió una propuesta secreta en la que el Gobierno de Thatcher ofrecía concesiones a los huelguistas.

Según estas versiones, la cúpula republicana prolongó la protesta para aprovechar la enorme publicidad generada y afianzar, al mismo tiempo, su estrategia electoral futura en un momento en el que la única aceptable para el movimiento era la lucha armada.

Sands inició la huelga de hambre el 1 de marzo de 1981, cinco años después de que Londres retirase a los presos republicanos su estatus de prisioneros políticos, una decisión encaminada a criminalizar las actividades del IRA y del Ejército Irlandés de Liberación Nacional (INLA). Cuarenta y dos días después Sands ganó un escaño en el Parlamento de Westminster por la circunscripción de Fermanagh y Tyrone-Sur como candidato de Sinn Fein, lo que acaparó la atención internacional.

La muerte de Sands, el 5 de mayo de 1981, provocó durante días violentos disturbios en Ulster, así como multitudinarias manifestaciones en Dublín, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. Sin embargo, la ola de solidaridad no conmovió a la Dama de Hierro y otros nueve huelguistas fallecieron por inanición durante los siguientes meses. A medida que crecía el número de muertes, más y más familiares intervinieron para asistir médicamente a sus prisioneros y, ante esta situación, el 3 de octubre Sinn Fein ordenó suspender la protesta.