PANORÁMICA. Vista de Zafra con las bodegas de Antonio Medina en primer plano. / VOCENTO
Jerez

La firma Antonio Medina e Hijos, de Zafra, adquiere las bodegas Cala

La operación incluye la compra del casco de bodega, ubicado en Madre de Dios La empresa de la familia Cala se dedicaba, sobre todo, a elaborar vinagre

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Una de las bodegas más importantes y potentes, desde el punto de vista económico, de Extremadura, Antonio Medina e Hijos ha decidido desembarcar en el Marco de Jerez y lo ha hecho comprando -por un importe que aún no ha trascendido- una pequeña firma vinatera de la ciudad, Cala, que se dedicaba principalmente a la elaboración de vinagre. La operación, que se cerró hace unas semanas, ha incluido la compra venta de la producción de Cala y del casco de bodega que posee en la zona de Madre de Dios, lugar donde la nueva empresa propietaria tiene previsto llevar a cabo un importante proyecto de rehabilitación para en un futuro próximo poder dedicar las instalaciones no sólo a la crianza de vinos y vinagres, sino también a algún uso turístico.

Bodegas Cala se dedicaba, sobre todo, a la elaboración de vinagre de Jerez, y ésa es la vía de negocio que persigue Medina, cuya intención es embotellar en Zafra el vinagre producido en Jerez y etiquetarlo bajo el nombre de Divino. De esta forma, la compañía extremeña consigue uno de los objetivos que tenía en mente hace tiempo como era su introducción en el mercado de los vinagres a través del que más prestigio tiene, el de Jerez.

No obstante, no es ésta la única relación de Antonio Medina e Hijos con la ciudad. La bodega posee unas impresionantes instalaciones en Zafra, en una finca donde se pueden encontrar desde una plaza de toros cuadrada hasta una ermita. Al parecer, la empresa jerezana Cobos Catering es la que habitualmente trabaja en las celebraciones y eventos que se dan en este complejo bodeguero, uno de los más lujosos de toda Extremadura. La finca 'El Corralón', que así se llama, alberga la plantación de Cabernet Sauvignon y el campo de experimentación con diez variedades diferentes de uva tinta. La bodega colabora, además, con la Estación Enológica de la zona y la Universidad de Extremadura en trabajos dirigidos a mejorar la calidad de los vinos de esta región extremeña.

Los nuevos propietarios de las bodegas Cala arrastran consigo una historia que arranca en 1931, fecha en la que Antonio Medina fundó la empresa. A partir de entonces, el crecimiento de la firma ha sido espectacular y, en estos momentos, el portafolios de la compañía es bastante extenso, aunque centrado en vinos tintos, tanto jóvenes como de crianza. Entre los productos de la firma destaca el Marqués de Badajoz, uno de los caldos de Medina que más prestigio ha adquirido a nivel nacional.

Diferentes responsables de la bodega han viajado en los últimos meses a Jerez, donde la compañía tendrá a partir de ahora una nueva base de operaciones tras la adquisición del negocio vinatero de la familia Cala.