Vecinos de Ramadi denuncian la muerte de 12 civiles en un bombardeo de EE UU

Vecinos de Ramadi, al oeste de Bagdad, denunciaron ayer que aviones de EE UU bombardearon una vivienda en la ciudad y acabaron con la vida de doce civiles e hirieron a una veintena, algo que negó el mando castrense norteamericano en la capital iraquí. Los residentes aportaron muchos detalles sobre la operación que tuvo como objetivo un un edificio de dos plantas en el barrio residencial Al-Aziziya y que se desarrolló hacia las 6.45 horas -dos menos en España-. Los proyectiles destruyeron el inmueble y causaron importantes daños a tiendas cercanas.

Según la versión de los testigos, antes del ataque se produjeron violentos enfrentamientos en las calles entre tropas estadounidenses y supuestos insurgentes suníes. La población denunció que los militares impidieron la entrada de las ambulancias y de los vehículos de protección civil a las inmediaciones del edificio siniestrado, por lo que los residentes tuvieron que trasladar a las víctimas en sus coches particulares.

Una grabación de vídeo difundida por televisiones locales muestra a un joven frente a las ruinas de la vivienda que acusa a las tropas estadounidenses de atacar de forma deliberada un objetivo civil. Dice que el blanco del bombardeo fueron «ciudadanos inocentes en sus propios hogares» y se pregunta: «¿Dónde está la democracia que nos han prometido? Vengan a ver la provincia de Al-Anbar» -de la que Ramadi es su capital-- «convertida en polvo por los ataques estadounidenses».

Sin bajas aliadas

Sin embargo, el mando militar estadounidense en Bagdad, a través de un comunicado, negó las acusaciones de los habitantes y aseguró que sus soldados acabaron con la vida de ocho insurgentes que habían realizado una incursión. La nota explica que marines de la Segunda Brigada de Combate fueron atacados «en diversas ocasiones» con proyectiles de mortero y armas automáticas pesadas desde un edificio próximo al ayuntamiento.

Los militares de la coalición respondieron al ataque usando armas cortas, ametralladoras pesadas, granadas y proyectiles guiados, asegura el comunicado, que dice asimismo que el enfrentamiento no dejó bajas ente los uniformados o entre los civiles.

El de Ramadi no fue el único incidente violento del día en Irak, ya que la capital fue objeto de dos atentados que terminaron con la vida de nueve civiles y dos soldados estadounidenses. Además, dieciséis cadáveres fueron hallados en distintas partes de Tikrit, ciudad natal de Sadam Hussein.