Vuelve el hombre
Marian Salzman, la publicista que hace dos años popularizó al 'metrosexual' pasa página y presenta en su último libro al tipo que está de moda: el 'ubersexual'
Actualizado:Qué tienen en común George Clooney, Bill Clinton, Donald Trump, Arnold Schwarzenegger y Pierce Brosnan? En efecto, están forrados. Y además, son ubersexuales, la última invención de Marian Salzman, vicepresidenta de la agencia de publicidad JWT, que hace dos años hizo famoso al hombre metrosexual, creado por el escritor inglés Mark Simpson en los años 90 y al que ahora pretende enterrar en su último libro The Future of Men (El futuro de los hombres).
Los guapitos de cara, siempre preocupados por la moda, tienen los días contados. Lo que se impone es el uber. El hombre de verdad, con unos principios sólidos y un grupo de amigos formado exclusivamente por tios, que es capaz de trata a la mujer como un igual. Aunque, Simpson no está tan seguro del cambio: «Quizá los rumores sobre la muerte de mi criatura (el metrosexual) se están exagerando por parte de la señora que lo rapto hace dos años, y que supongo que tiene un nuevo libro que vender», afirma en una autoentrevista publicada en su página web (www.marksimpson.com).
Uber, que en alemán significa el más, el mejor es un macho que dedica más tiempo a ordenar sus ideas que su pelo. El no necesita que otras personas le digan que es atractivo, lo sabe. «Un ubersexual conoce la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal. El metrosexual sólo distingue entre la crema hidratante y el exfoliante», afirma Salzman. El máximo icono de la nueva tendencia es Bono. Un hombre de mundo, socialmente involucrado y que incesantemente suena en las quinielas para Premio Nobel de la Paz. «El es el comandante en jefe de una legión de fans entregados a su música y sus obras benéficas». El vocalista de la banda irlandesa U2 personaliza, según Salzman, las principales características del ubersexual. Un san Benito, por otro lado, difícil de llevar, ya que Bono ha reconocido que sus discursos de contenido social en los conciertos han estado a punto de costarle la expulsión de la banda. Sus compañeros tenían miedo de que aburriera a los asistentes. Pero «un ubersexual hace lo correcto sin importarle lo que piensen los demás», sentencia Salzman.
Invento publicitario
Sin embargo, Stephen Whitehead, sociólogo de la Universidad de Keele (Inglaterra) y autor de Many faces of men (las muchas caras de los hombres), opina que «los metro y ubersexuales no son una tipología real». Para él, son términos inventados por los publicistas para vender más y llegar a grupos sociales, que de otra forma estarían vedados. «En los campos de fútbol del norte de Inglaterra ahora se anuncian cosméticos masculinos. Te lo imaginas..., una de las regiones más rudas del planeta abierta a las cremas. Hace años sería impensable», argumenta.
Aunque todos los hombres nacen iguales, Whitehead ha identificado una fauna masculina de los más variada. En su libro, defiende que existen 27 tipos diferentes. «No es una obra académica, por el tono en el que está escrito, pero el libro es el resultado de 15 años de investigación. Es una guía de autoayuda para que las mujeres sepan más de sus parejas», comenta. Whitehead propone modelos como Aquiles, el héroe imperfecto (Bill Clinton); el Cool Poser, un presumido que viste a la última (David Beckham) y el Wallflower, el hombre florero (busque usted un ejemplo). «La mujer se ha emancipado y los hombres hemos reaccionado de cuatro formas diferentes. En el fondo, las 27 tipologías entran en alguno de los cuatro modelos», explica Whitehead en su papel de profesor. «Hay hombres que se resisten a cambiar y aceptar la igualdad de sexos. Es el caso del Alpha Man», un tiburón obsesionado con el éxito. Frente a ellos están los que le dan la bienvenida al nuevo equilibrio de fuerzas. «El tipo que mejor define este modelo es el de los Backpacker», fieros amantes que no se frenan ante mujeres liberadas, pero que resultan tipos indomables. Siempre tienen su atillo preparado por si una chica les quieren echar el lazo. El sociólogo completa el abanico con dos modelos intermedios: el de quienes se retiran asustados ante la nueva mujer dominante y el de los que sencillamente niegan la igualdad con la mujer. «Su máximo exponente es el Neanderthal».
'Ositos' y Rotweilers
Con el tiempo, el hombre puede variar. Un Teddy Bear (osito de peluche) puede evolucionar hacia un Sigmund, un tío tranquilo, pero algo más activo sexualmente. «La globalización y el contacto con otras culturas hace que algunas posiciones intransigentes se muevan», opina el sociólogo. Así, un Rotweiler, aquel que presume de macho con sus amigotes y se ofusca si una mujer le lleva la contraria o le vence, puede terminar adecuandose al tipo Wayne. Éste toma su nombre de John, el duro de los westerns. En las películas se enfrentaba a los indios y bandidos, pero siempre protegía a las mujeres.
Lo imposible para Whitehead es pretender ser lo que no se es. «No conseguirás engañarla durante mucho tiempo. Las mujeres son capaces de ver a través de nosotros. A fin de cuentas, ellas son las mayores especialistas en hombres».