Una monería
Actualizado:Lo que mi Cádiz hizo el sábado en Barcelona fue una monería. ¿Cuidado! Hace un par de semanas, decir que alguien había hecho una monería era más o menos un insulto. Era como decir que habíamos quedado fatal, que habíamos hecho el nota. Pero resulta que ahora este adjetivo ha cambiado de tono. Zapatero y compañía, como no tienen otra cosa en que hacer, ha pensado que el problema más grande y más urgente de solucionar es la calidad de vida de los monos. Por mi madre que no es un chiste ni estoy colocado. Después de mucho deliberar han pensado que los monos merecen un trato comparable a los humanos. ¿Cuidadito con decirle mariquita al gorila del Tempul! Por lo tanto, decir que el Cádiz hizo el mono en Barcelona es mucho mejor que decir que hizo el negro o el moro. No, no voy a liarme, porque el Cádiz no se lo merece; lo mismo que no se mereció perder. Puede ser que el Barcelona estuviera pensando en otra cosa, puede ser que nosotros no seamos unos enemigos a su nivel. De acuerdo, vale, pero el sábado el Cádiz fue mejor. Yo cuando vi que nos marcaron un gol tan pronto pensé: nos van a meter un chorro. Pues no, todo lo contrario. Vi el partido relajado, al estar perdido de antemano. Todo lo que pasara era bueno. Uno a cero, lógico; fallo nuestro, pero lógico ¿Gol! Del Cádiz. Anulado. Señores, fue gol. Ponían más repeticiones de un fuera de banda que del gol. Eso pasa en un Madrid-Barça y hay pajarraca durante un mes. Yo no digo que los árbitros hagan a un equipo campeón, no, pero que es más fácil fastidiar al chico, es seguro. ¿Penalti! Lo es. Y lo para Limia. No veis como es una tontería criticar a un portero. Limia y Armando, tanto monta, monta tanto. Y llegó el momento clave: el cabezazo. Yo lo vi dentro, que me hubiera alegrado por el Cádiz y por mi amigo Oli, pero no pudo ser. Se perdió. Hay muchas formas de perder, hay muchas formas de bajar, pero el sábado me sentí orgulloso de ser del Cádiz. Y los valientes, los que fueron a Barcelona, salieron con la cabeza muy alta. Yo no sé el año que viene dónde estará el Cádiz en estas fechas. Ni lo sé, ni me importa, porque estaré con él. Siempre. Se lo merece.