INAUGURACIÓN. La nueva bodega tiene tres plantas. / JUAN CARLOS CORCHADO
Jerez

El Rancho de la Merced amplía sus instalaciones con una nueva bodega

Este espacio se inaugurará en breve y permitirá empezar a envejecer los vinos El edificio tiene tres alturas y una planta inferior de 500 metros cuadrados

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La provincia cuenta en Jerez con uno de los más importantes centros de investigación centrados en la agricultura, el Rancho de la Merced, dependiente del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) y que es uno de los lugares de referencia para todos los viticultores y bodegueros del Marco de Jerez.

Para los viticultores y bodegueros de la comarca, las investigaciones y experimentos del Rancho de la Merced que dirige Alberto García de Luján son una importante vía de formación y de asesoramiento para poner en práctica en sus tierras proyectos que van desde la plantación de la variedad mayoritaria en la provincia, la palomino, hasta la diversificación en tintos, vinos blancos, brandies, etc.

En esta línea de colaboración con el Marco y de investigación, este centro ha ampliado sus instalaciones con la construcción de una nueva bodega que se inaugurará en breve y que tras dos años de obras ya está terminada.

Esta nueva bodega se suma a la antigua bodega experimental que ya existía en el Rancho (con lagar, laboratorio, sala de fermentación, sala de catas y otra de fermentación) y a la nave de viticultura (que cuenta con un salón para impartir clases y el avanzado laboratorio en el que se hace la caracterización de ADN de todos los clones y variedades). El nuevo edificio, que con toda seguridad está disponible para la vendimia de este año, está conectado con la antigua bodega y da respuesta a la necesidad que tenía este centro dependiente de la Junta de ampliar espacio.

De hecho, según explicaba el director del centro, Alberto García, junto al responsable de la bodega, Juan Cordero, «hasta el momento, en todos nuestros experimentos sólo hemos podido llevar a cabo microvinificaciones, y siempre vinos blancos y tintos del año». Con esta ampliación de las instalaciones, el Rancho de la Merced podrá iniciar una línea de envejecimiento de los caldos para «dar un paso más en nuestros experimentos», destacaba García.

Así, la bodega tiene tres plantas, cada una de las cuales se dedicará a una actividad, y que tiene más de 500 metros cuadrados en la inferior. La planta subterránea será la que albergará esa nueva línea de envejecimiento, mientras que en la intermedia habrá lagares, depósitos y cámaras de refrigeración. La parte superior se reservará para las catas y los despachos, que antes se hacían en un espacio de la antigua bodega que ahora se convertirá en una sala de destilación de brandies, otra de las novedades en las que se embarcará el Rancho.

Muchos esfuerzos que en el Rancho confían en que vuelva a dar buenos frutos como los premios Bacchus a sus caldos o el premio de la Federación de Enólogos al mérito en la investigación.