PENALTI. Coromina comete penalti sobre Angulo, que transformaría Villa. / EFE
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El Valencia retrasa el alirón del Barça y se asegura una plaza en la 'Champions'

Los de Quique Sánchez Flores vencieron con comodidad a un Alavés inoperante Aimar reapareció y Villa recorta distancias con Etoo en la lucha por el pichichi

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Se cumplió la lógica en Mestalla y el Valencia retrasó el alirón del Barça, que tendrá que esperar al menos hasta el miércoles para proclamarse matemáticamente campeón en Balaídos, aunque el deseo de los azulgrana sería celebrarlo el fin de semana en el Camp Nou en el derbi ante el Espanyol. Como era de esperar, el Valencia no pinchó ante el Alavés, y con ello no sólo impidió una fiesta prematura en Barcelona, sino que se aseguró definitivamente el billete para la Champions, con el subcampeonato cada vez más cerca. En el partido de reaparición de Aimar, el Valencia goleó con comodidad a un débil Alavés que no sale de la zona de abajo y tendrá muy complicado evitar el descenso. Fueron tres tantos, pero la goleada podría haber sido escandalosa con más efectividad del Valencia, que no pasó ningún apuro ante un rival rendido a la superioridad local desde el principio.

El Alavés no fue rival, y aunque en la jugada del 2-0 Moretti estaba en fuera de juego, el Valencia tuvo hasta ocho oportunidades en la primera parte y con mayor puntería habría ya habría apalizado en ese periodo a un equipo vitoriano muy flojo en defensa y desaparecido en ataque. Con Albiol liderando el medio campo, los pases en profundidad de Aimar, que regresó a lo grande tras superar su meningitis, y la movilidad de Villa y Regueiro, el Valencia dominó por completo al Alavés y certificó con goles, aunque escasos, la ambición de un equipo que salió desde el principio volcado a por el triunfo.

Con una posesión casi absoluta del Valencia, el equipo de Quique Flores no tuvo que forzar demasiado para evidenciar la enorme diferencia de calidad sobre un Alavés echado atrás que se vio desbordado por el toque y la velocidad de los locales. Además, le condenaron sus errores defensivos, como ocurrió cuando dejó solo a Baraja para que el vallisoletano abriese el marcador, y sólo ocho minutos después al permitir una internada de Moretti que dejó sentenciado el duelo. Sin apenas esfuerzo, el Valencia acabó muy pronto con la escasa resistencia de los de Piterman.

Quique dio descanso

Entonces llegó el momento de dar descanso a Aimar y Baraja, cuando Villa dio otro paso hacia el pichichi con un indiscutible penalti sobre Angulo. No se produjo la reacción del Alavés, porque, además, el Valencia siguió siendo el dueño absoluto del encuentro y el conjunto vitoriano sólo pensó en no encajar más tantos.