El punto de penalti decide la batalla de Pamplona entre blancos y 'rojillos'
Baptista marca de penalti mientras que Casillas le detiene uno a Puñal La nota predominante del choque fue la excesiva contundencia de ambos
Actualizado:El punto de penalti decidió la gran batalla de Pamplona en un duelo directo de lucha por la Champions que se saldó a favor de un Real Madrid que respondió a la lucha de los locales y se afianza en la tercera posición, sin descartar el subcampeonato. Baptista marcó el penalti del que fue objeto, pero Puñal falló después ante Casillas, que no acabó el partido al ganarse la segunda amarilla por querer perder tiempo.
En un duelo muy bronco, intenso y disputado, con mucha lucha aunque poco fútbol, el Madrid apenas tuvo ocasiones, pero aprovechó el penalti que se le presentó y aguantó con carácter, entrega y pelea las acometidas de Osasuna.
Hubo más bronca, pero también más llegada, emoción y alternativas en la segunda parte, porque en la primera sólo hubo dos ocasiones, un remate de Baptista en el arranque que salvó Ricardo, y un libre directo de Delporte cerca del descanso que se estrelló en el poste. La guerra se fraguó en el centro del campo y faltó profundidad y bandas por parte de ambos equipos. Además, las continuas interrupciones por las faltas y el juego brusco, como el protagonizado por Sergio Ramos con Webó, no permitieron que hubiese continuidad.
Aparte de la falta al palo obra de Delporte, Osasuna no tuvo más de medio campo hacia delante, porque apostó por un fútbol directo que no le dio ningún resultado. Además, el Madrid respondió a la brega y no se intimidó ante el ambiente del Reyno de Navarra, que se cebó con Roberto Carlos cada vez que tocó un balón.
Por si no estaba ya trabado el partido, se calentó aún más con el penalti señalado a favor de Baptista en el inicio de la segunda mitad. El brasileño, consciente de lo mucho que se jugaba el Madrid, lanzó un pepinazo que casi se mete por la escuadra y provocó que los radicales rojillos lanzasen todo tipo de objetos al campo, incluida una aceitera mientras los blancos celebraban el gol.
Con el Osasuna enrrabietado, Pablo García hizo penalti a Webó y a Osasuna se le presentó la gran ocasión, pero Puñal se encontró con un parada de Casillas y a continuación fue Salgado quien acabó definitivamente con le peligro. Los objetos volvieron al terreno de juego y el combativo Osasuna siguió con su juego animoso sin tregua, aunque sin llegar a las inmediaciones de Casillas.
El Madrid, sin embargo, lo pasó fatal tras la expulsión de Casillas, aunque salió airoso por la contención blanca y la falta de puntería de Osasuna, que no se rindió hasta el pitido final, espoleado por su afición aunque sobró la violencia y la dura entrada de Moha a Baptista en el 94' que obligó al brasileño a ser retirado en camilla y que dejó al Madrid con nueve unos instantes.