Una final psicológica
El Xerez disputa ante el Poli Ejido un decisivo encuentro para recuperar la moral azulina de cara al tramo final de la competición
Actualizado:Una final. No hay que darle más vueltas. El Xerez se juega esta tarde la ilusión por continuar peleando por hacer realidad un sueño. Ganar no asegura ni mucho menos el billete a Primera División, pero de no hacerlo el tren de cabeza seguiría quedando lejos, y sobre todo supondría un golpe psicológico casi definitivo. La derrota frente al Levante escoció mucho en el seno del vestuario azulino. Todos eran conscientes de la importancia del enfrentamiento directo, y la manera en la que se produjo el triunfo de los hombres de Mané desquició a la hinchada azulina.
Ahora Santo Domingo da una oportunidad más a Lucas Alcaraz y los suyos. Allí se encontrará un equipo que tiene muy cerca la permanencia en Segunda División. Además, llegan con la tranquilidad de haber ganado a domicilio y en su estadio no están sacando últimamente resultados positivos.
Para encontrar su victoria más reciente hay que buscar en la jornada 27, cuando derrotaron al Albacete por dos a cero. Posteriormente, sólo fueron capaces de sacar un empate ante el Recreativo de Huelva y dos derrotas contra el Castellón y el Real Madrid Castilla. Por si fuera poco, cuenta con muchas bajas, y su preparador sólo ha podido convocar a los 18 hombres que le quedan disponibles de una plantilla bastante corta.
El principal problema de los de Salmerón es la falta de pegada. No tienen gran efectividad, por lo que al Xerez le vendría muy bien aprovechar esos minutos iniciales en los que suelen llegar las ocasiones más claras de los de Alcaraz. Vendrá bien, pues servirá para que la moral de los azulinos se refuerce, y pese como una gran losa en la del conjunto almeriense. Durante estos días se ha escuchado mucho por Chapín aquello de que «el fútbol es un estado de ánimo». Frase que refleja perfectamente las alegrías y las desgracias de los xerecistas. Es cierto que el factor psicológico está siendo muy determinante, y el problema es que el sábado quedó demostrado que la moral azulina aún es frágil, pues el paso de los minutos continúa pesando en los hombres de los xerecistas que difícilmente se reponen a algún contratiempo.
Semana poco deportiva
Pese a todo lo que se juega el Deportivo, durante la semana la actualidad xerecista ha estado marcada por el devenir de la acciones, la fundación y las amenazas de Joaquín Morales. Poco se ha hablado del duelo frente al Poli Ejido, y la cosa es que al equipo le ha podido liberar de tensión. Hoy la única baja es la de Álex Colorado por sanción, pues los integrantes del plantel continúan gozando de una buena salud. Alcaraz podrá contar con todos, pues Pendín, Gerard, Pedro Ríos, Mendoza y Moreno han superado sus dolencias y han entrado sin problemas en la convocatoria que viajó ayer hacia El Ejido. Parece que el granadino no cambiará su sistema de juego, pero es posible que Vicente Moreno retorne a su hábitat natural en el medio centro y vuelva a conformar la contundente pareja Moreno-Pendín. El hueco del valenciano sería ocupado por Selu, y Castaño sería el perjudicado. Con este cambio el equipo gana altura. Y es que Lucas Alcaraz sabe que en un encuentro igualado, que enfrenta a dos técnicos que se conocen muy bien, los puntos se pueden decantar por las jugadas de estrategia. Aspecto táctico en el que Selu tiene mucho que aportar tanto ofensiva como defensivamente. Los azulinos cuentan con la ventaja de conocer casi todos los resultados de la jornada antes de iniciar su encuentro. Desde ayer sabe que si suma tres puntos, igualará lo logrado por el Almería -los de Flores perdieron ayer-. También saben que el Levante ha metido la directa y que fallará poco en el tramo final de la temporada. Esto quiere decir que un triunfo ante el Poli podría volver a dejar a los azulinos a dos puntos de la zona vip.