Mantener el espíritu
Actualizado: GuardarVarias conclusiones se pueden sacar de lo visto anoche en el Nou Camp. La mayoría buenas, porque una vez más el Cádiz hizo sentirse orgullosos a sus seguidores de ser hinchas de este equipo. Después de trece años volvía a un estadio en el que todo futbolista sueña con jugar alguna vez. Y lo hacía sin complejos. Con descaro. Un club pequeño que visita al, probablemente, mejor equipo del mundo y le planta cara, le hace sufrir y, sin duda, merece un resultado mejor.
Podríamos ahondar mucho más en los aspectos positivos de lo vivido anoche. Recrearnos una y otra vez en lo bonito que fue todo, en lo orgullosos que nos sentimos de estos futbolistas. Pero resulta que uno no puede evitar pensar que esta película ya la ha visto. Y la ha visto por lo menos cuatro veces esta temporada. Dos en Carranza, una en el Bernabéu y anoche en el Nou Camp. El Cádiz juega de maravilla, merece mucho más, pero acaba perdiendo. Lástima que sólo lo haga así de bien cuando se trata de los dos grandes clubes de España, y quizá alguna que otra excepción más.
A estas alturas, estando la clasificación como está, es difícil no martirizarse pensando que si este mismo equipo hubiese jugado así de bien en la mayoría de sus partidos de casa, o en Mallorca, San Sebastián, La Coruña y varios campos más, probablemente otro gallo nos cantaría. Si Espárrago hubiese sido más valiente en sus planteamientos, por ejemplo en San Mamés, no estaríamos todos con las carnes abiertas rezando para que hoy pinchen el Mallorca, el Alavés, el Racing y todos los rivales directos.
En fin, quedémonos con lo positivo y confiemos que en los tres partidos que quedan se mantenga esta línea, no la otra. Porque la cosa está cruda, pero sólo el sueño es posible jugando como anoche ante la Real, el Getafe y el Málaga.