Nadal bate a Robredo y se proclama por segundo año campeón del Conde de Godó
El manacorí no tuvo rival y venció en las tres mangas (6-4, 6-4, 6-0)
Actualizado: GuardarRafael Nadal se ha impuesto en las pistas de Barcelona a Tommy Robredo en la final del Trofeo Conde de Godó, después de dos horas y diecinueve minutos de juego en las que el de Manacor no tuvo rival y se deshizo de su compatriota en tres sets (6-4, 6-4, 6-0). Nadal, número dos del mundo, se proclama así por segundo año consecutivo campeón de este torneo.
El mallorquín jugó un partido casi perfecto, sin ceder ni una sola vez su servicio y controlando en todo momento el ritmo de juego, ante un Robredo que falló en los puntos clave y acabó viniéndose abajo en el tercer set. La victoria significa su tercer título de la temporada, tras los logrados en Dubai y Montecarlo, y el partido 47 ganado en tierra de forma consecutiva, con lo que ya ha superado al sueco Bjorn Borg, y acecha ahora al líder de esta marca, el argentino Guillermo Vilas, con 53 victorias consecutivas en arcilla.
Al catalán, que había perdido con Nadal sus dos enfrentamientos anteriores (Madrid y Bastad) le costó meterse en el partido al inicio del primer set y su rival lo aprovechó para romperle el servicio en el tercer juego. El manacorí se puso 3-1 en el marcador y se dedicó a administrar su ventaja hasta el final del set, ante un Robredo que poco a poco fue ganando en confianza y pegándole más fuerte a la bola, pero que no encontraba la forma de sorprender al mejor jugador del mundo sobre tierra batida. Con 4-3 para Nadal, Robredo tuvo 15-40 a su favor para romper el servicio y recuperarle la ruptura, pero no lo supo aprovechar y acabó cediendo el set por 6-4.
El segundo set fue prácticamente un calco del primero. Robredo intentaba dominar a Nadal pero el mallorquín se mostraba cada vez más sólido desde el fondo de la pista y apenas cometía errores, especialmente en los juegos más igualados. El de Hostalric se veía obligado a tirar siempre golpes ganadores para rematar los puntos y, en esa necesidad de arriesgar, se le fueron varias bolas que podían haber cambiado el signo del segundo parcial. En cambio, Nadal, quien con 3-3 desperdició una bola de ruptura', no dejó escapar una nueva oportunidad de romper el servicio de su adversario en el 4-4, lo que le sirvió para adjudicarse la segunda manga por idéntico resultado que la primera (6-4).
Si ganar un partido a Nadal en tierra batida resulta hoy en día casi imposible, mucho más complicado es remontarle un encuentro a cinco sets. Robredo debió pensar algo parecido, porque entró rendido a la pista al inicio de la tercera manga. El partido se había acabado para él, porque Nadal, que aceleró el ritmo cuando hizo falta y frenó cuando le convino, lo había llevado a su terreno, al del duro intercambio, al del desgaste, al de la guerra psicológica de ver quién fallaba primero. Tommy utilizó un último recurso a la desesperada: soltar el brazo a ver qué pasaba, pero las bolas no entraron, y Nadal, muy serio y concentrado, pero más suelto por que ya veía el partido ganado, no tuvo piedad del catalán.
En un visto y no visto, el mallorquín dejó en blanco a Robredo en el tercer set (6-0) y se hizo con su segundo Godó ante la atenta mirada de los Duques de Palma, quienes asistieron al encuentro y entregaron a Nadal el trofeo que lo acredita como campeón del abierto barcelonés.