BARRIADA. Los vecinos han manifestado con movilizaciones su apoyo a las víctimas. / J. C. CORCHADO
Jerez

El juez decano recibe a la familia acosada de San Juan de Dios

Los afectados han formulado una denuncia unificada en el juzgado número 2 para «agilizar todos los trámites»

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El juez decano de Jerez, Juan José Parra Calderón, recibió esta semana a la familia de San Juan de Dios que vive desde hace meses acosada por un toxicómano agresivo con graves problemas mentales. Según Rosario Herrera, una de las afectadas, la actitud del juez decano ha sido, en todo momento, «muy comprensiva con nuestra situación, y nos ha dado muchas esperanzas de que el problema pueda resolverse pronto».

El magistrado les ha recomendado el procedimiento de aunar todas las denuncias que la familia había formulado hasta el momento en una sola, de manera que se pueda actuar con mayor rapidez y contundencia.

La familia procedió según les explicó el juez decano y puso esa misma tarde una denuncia en el juzgado de Instrucción número 2 relatando todas las amenazas y coacciones que han sufrido por parte del individuo. Juan Sierra, el marido, explicó que «lo que deseamos es una solución que sea buena para nosotros y también para el toxicómano, porque está claro que es una persona enferma que debe recibir un tratamiento adecuado, ya que si no es así todos podemos resultar perjudicados».

Sierra dijo sentirse «más tranquilo» y «muy agradecido por la sensibilidad del Juez, que ha demostrado estar preocupado por nuestro caso».

Parra Calderón les aclaró que sólo es posible conseguir un diagnóstico médico del toxicómano «por la vía penal». Es decir, es necesario un requerimiento judicial para que un forense determine si el drogadicto sufre una psicopatía que obligue a su internamiento, y para ello es necesario que la denuncia formulada hace unos días siga su curso en el juzgado pertinente.

En cualquier caso, a la familia no le queda otra que «esperar y confiar en que la justicia actúe, pero que no lo haga tan tarde como para que al final tengamos que lamentarnos».