El Maccabi humilla al Tau Vitoria y el Barcelona no evita la debacle española
Los dos representantes de la Liga ACB se quedaron fuera de la gran final El CSKA de Moscú se aprovechó de los nervios finales en el equipo blaugrana
Actualizado:El Maccabi de Tel-Aviv se convirtió en el primer finalista de la Euroliga tras destrozar al Tau con una defensa y una presión arrolladoras. El equipo israelí dio una lección de baloncesto desde el primer instante. Sabía perfectamente lo que tenía que hacer para jugar su tercera final consecutiva y aniquiló al Baskonia para lograr su meta. Demostró tener ese plus de calidad necesario para afrontar los partidos trascendentales. El Tau, en cambio, fue un desastre. Ni con la ayuda de San Prudencio, patrón alavés que se celebraba ayer, hubiera vencido.
Perasovic se desesperaba en la banda. Sus jugadores estaban agarrotados ante la asfixia israelí. Además, se lesionaba Splitter en un hombro. El Maccabi no sólo estaba brillante en defensa, sino también en ataque. Sólo tardó cinco minutos en ponerse 10 arriba (14-4, min. 4), aunque la entrada de Erdogan y el despertar de Hansen hicieron que el Tau se acercara a dos (24-22) al inicio del segundo cuarto. Fue sólo un espejismo. Anthony Parker, uno de los pocos jugadores en activo que tiene tres Euroligas, borró de un plumazo los sueños vitorianos. Realizó una labor magistral en ataque, dando pases a sus compañeros, haciendo aclarados para los pívots o lanzando él mismo.
Los baskonistas, ante este panorama, se veían impotentes. No les entraba nada, mientras que los de Tel-Aviv no dejaban de anotar. El cenit llegó en el minuto 23: el Maccabi se ponía 32 arriba con canasta de Baston: 71-39.
El barco vasco estaba hundido y la tripulación quería salvar el pellejo como fuera. El último capítulo del encuentro sólo sirvió para que Scola, Hansen y compañía maquillaran algo los números, que al término del partido continuaban siendo demoledores. El Tau perdió 13 balones, robó cuatro, se quedó en un 40% en tiros de campo y tuvo una valoración de 58. El Maccabi se fue hasta los 112 de valoración, anotó el 54% de sus tiros y robó 10 balones. El equipo israelí acaricia su tercer título consecutivo.
Polémica arbitral
Por su parte, el Barça tendrá que esperar otro año para ganar la Euroliga. El CSKA acabó con los sueños de los culés, que terminaron muy enfadados con los árbitros, excesivamente rigurosos en sus decisiones durante todo el encuentro. Desde el comienzo, el Barcelona comenzó con las filas prietas, desconfiado del poderío del CSKA, que se impuso en los dos últimos cuartos a un equipo azulgrana que terminó desquiciado. Ivanovic no mintió a nadie. En los días previos, había asegurado sólo se ganaba la Euroliga en la defensa. Y el técnico montenegrino se empecinó de que así fuera. Colocó a sus particulares torres gemelas (Marconato y Fucka) y a un perro de presa (De la Fuente) para que siguiera a todos los lados a Holden. El ensayo, en un principio le salió bien, pero después el Barça tuvo que rendirse al potencial de los rusos, aparte de la polémica actuación arbitral, y sin Navarro en pista.
Con el choque igualado, el último cuarto acabó como un esperpento. Los dos equipos tuvieron sus oportunidades de sentenciar. Cada uno marcaba pequeños parciales, superándose de forma escasa. Incluso el Barça llego a empatar. Pero el último empuje del CSKA le valió la victoria. El partido, sin embargo, no podía terminar ahí. Los barcelonistas, hartos del arbitraje, comenzaron a pedir antideportivas por todo. Era su forma de protestar por las 34 faltas que les señalaron en contra y que acabaron con su paciencia.