FCC, Urbaser y Cespa coinciden en que el socio de Sufi no reúne los requisitos que exige la Ley de Contratos
Actualizado:No son simples alegaciones las presentadas por FCC, Urbaser y Cespa, sino impugnaciones por lo que consideran un proceso con irregularidades. De ahí que en los escritos remitidos al Ayuntamiento hayan pedido la paralización del proceso, que de nada les ha servido, ya que la alcaldesa dejaba ayer bien claro que seguiría adelante con la adjudicación.
Las tres empresas coinciden en los escritos remitidos al Ayuntamiento que el socio de Sufi -el grupo Azvi a través de Cointer- no tiene la clasificación necesaria para este tipo de servicios, por lo que no cumple los requisitos administrativos que exige la Ley de Contratos.
Asimismo, también hacen referencia al hecho de que la oferta de Sufi-Cointer sea la más económica, al considerar que los cálculos no son reales. Esto ocurre, por ejemplo, en el caso del absentismo a la hora de calcular cuánto va a costar la plantilla. Mientras que las tres empresas que se han quedado fuera del concurso incluyen en su oferta un 10% de absentismo entre los trabajadores, Sufi-Cointer sólo contabiliza un 1%, lo que hace que se rebaje el precio final y no supere los 14 millones de euros de canon que fijaba el pliego de condiciones, ofreciendo de este modo la oferta más económica. Hay otras argumentaciones que se refieren a hechos concretos, por lo que consideran que existen errores en el informe técnico.
Aunque las empresas no tienen en su poder este documento, sí tuvieron tiempo de revisarlo cuando el Ayuntamiento les sorprendió esta semana llamándolos y dándoles dos días para que ojearan el informe, en el que ya se veía que Sufi-Cointer tenía la mayor puntuación, seguida a 12 puntos por Urbaser, a 20 por Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y a 50 por Cespa.
El Grupo Azvi tiene vínculos relacionados con el Partido Popular, por lo que el Grupo Socialista ha anunciado que abrirá una investigación sobre el accionariado, entre los que se encuentran, entre otros, la familia Contreras e incluso Pío Cabanillas, el que fuera portavoz del PP en el Gobierno de Aznar.