La popularidad del presidente boliviano Evo Morales cae 12 puntos en tres meses
El mayor rechazo al mandatario y su gobierno se da en Santa Cruz, la ciudad más poblada y próspera de Bolivia, donde sólo el 50% lo apoya
Actualizado: GuardarLa popularidad del presidente de Bolivia, Evo Morales, ha caído del 80 por ciento en marzo al 68 por ciento en abril, según una encuesta publicada hoy por el diario local La Razón.
Quienes desaprueban su gestión aumentaron del 12 al 23 por ciento en el mismo periodo, según la encuesta elaborada por la empresa Apoyo, Opinión y Mercado en Santa Cruz, La Paz, El Alto y Cochabamba, que en conjunto suman casi la mitad de los nueve millones de habitantes de Bolivia.El apoyo al Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) ha bajado del 74 al 64 por ciento.
La popularidad del vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, que era del 77 por ciento en marzo, se sitúa en el 70 por ciento en abril, mientras que los que le desaprueban subieron del 13 al 19 por ciento. De los ministros, la mayor aceptación recae en el de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada, con un 32 por ciento de aprobación y un 15 por ciento de rechazo, mientras un 53 por ciento de los encuestados no precisaron su opinión.
La mayor pérdida de apoyo a Morales y su gobierno se registró en la ciudad oriental de Santa Cruz, la más poblada y económicamente activa de Bolivia, donde bajó 25 puntos porcentuales entre marzo y abril y se situó en el 50 por ciento. Morales se encuentra hoy sábado en La Habana, donde ha suscrito un acuerdo comercial de corte socialista con sus colegas de Venezuela, Hugo Chávez, y de Cuba, Fidel Castro.
La Iglesia arremete contra el Gobierno
La Iglesia Católica boliviana también ha arremetido contra el Gobierno de Evo Morales en un comunicado en el que ha manifestado su preocupación porque en los primeros meses de gestión del mandatario se "reaviven las mismas maneras de actuar que en el pasado produjeron muerte y dolor". En un declaración divulgada hoy sobre la situación del país, los obispos han criticado al Gobierno por "el inmediatismo, el uso de la fuerza, las presiones, la falta de respeto a los derechos de los demás y (por) jugar con las posibilidades reales del país". Asimismo, sostienen que las "contradicciones entre los mismos responsables del Gobierno", aumentan "la incertidumbre y la desorientación", y adviertien de que la Asamblea Constituyente, en la que Morales tiene centradas sus esperanzas de cambio, "no es ninguna fuerza mágica".
El documento ha sido leído por el cardenal Julio Terrazas en la apertura de la 82 Asamblea de la Conferencia Episcopal de Bolivia. La alusión a las prácticas del pasado se refiere a las confrontaciones entre sectores y regiones, muchas de ellas alentadas desde el mismo Gobierno. La Iglesia Católica es la institución con mayor credibilidad de Bolivia y no es la primera vez que cuestiona a un Gobierno en funciones. Muchas de sus reflexiones coinciden con las observaciones de la oposición, que ha criticado al mandatario por provocar la confrontación interna.
En su reflexión anual, los obispos también han exhortado al país a acudir el 2 de julio a las urnas para elegir a los representantes que durante un año modificarán a fondo la Constitución y señalaron su deseo de que la Asamblea Constituyente permita "construir una Bolivia para todos". Ese día los bolivianos elegirán 255 asambleístas y votarán en un referéndum para aprobar o rechazar un régimen de autonomías para las nueve regiones de Bolivia.