Coches que salvan vidas
Actualizado: GuardarLa posibilidad de que un vehículo salve la vida a sus ocupantes marcando el 112 -el número de urgencia único europeo- para llamar al servicio de emergencia más próximo está al alcance de la mano. La Unión Europea (UE) se ha fijado de plazo hasta 2009 para conseguirlo.
Según el informe aprobado ayer por los eurodiputados durante su sesión plenaria en Bruselas, los coches deberán estar equipados en 2009 con un dispositivo eCall, es decir, un sistema de llamada al servicio de emergencia más cercano que hará ganar tiempo a los equipos de socorro, reduciendo así entre 5% y 10% el número de muertos al año en los accidentes de tráfico.
Este servicio de llamada al 112 , que en principio permite la localización inmediata del automóvil, «podría salvar hasta 2.500 vidas al año y reducir en un 15% la gravedad de las heridas», sostiene el texto presentado por Gary Titley, de la Comisión de Transportes y Turismo.
Una de las características más sorprendentes de eCall es que, aunque se pueda accionar de forma manual, en caso de accidente grave se activa automáticamente, como si el vehículo pensase por sí mismo, tuviese el reflejo de llamar y la inteligencia de dar con todo lujo de detalles su emplazamiento.
Ante una activación del airbag, un gran frenazo, un enorme golpe o la aparición de llamas, todos los coches tendrán, de serie, un dispositivo que activa automáticamente la llamada por satélite a los equipos de salvamento.
Y es que los 60 minutos que siguen al accidente son cruciales para so-brevivir o evitar secuelas, según recientes estudios citados en la sesión plenaria. Por otro lado, la UE afirma que con una reducción del tiempo de las operaciones de socorro se disminuye la congestión del tráfico y se mejora la eficacia de los transportes.
El sistema eCall abarcaría todos los vehículos que circulen por cualquier lugar de Europa, lo que sería útil para más de 100 millones de conductores que viajan anualmente al extranjero en sus coches. La iniciativa europea incluye una fase experimental en 2007 y su entrada en funcionamiento a finales de 2009.
Conscientes del coste de este dispositivo (de 150 a 450 euros), fuera del alcance de algunos bolsillos, los eurodiputados instan a los Estados miembros, a la industria de automoción y a las demás partes implicadas en el proyecto a proponer incentivos como su vinculación a sistemas de seguro.
La meta de este viaje, a tres años vista, es una Europa más segura en las carreteras.