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utilizaron una bicicleta bomba

La Audiencia condena a dos etarras a 323 años de cárcel por el asesinato de un militar

El tribunal les prohíbe además aproximarse a la viuda y los hijos del general Justo Oreja Pedraza durante cinco años tras cumplir la pena

EFE | MADRID
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La Audiencia Nacional ha condenado hoy a 323 años de cárcel a Ana Belén Egües, alias Dolores, y Aitor García Aliaga, alias Oscar, como autores del atentado contra el general Justo Oreja Pedraza, cometido en Madrid en 2001 con una bicicleta-bomba colocada a la salida de su domicilio.

En una sentencia notificada hoy, la sección tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha impuesto dicha pena a Dolores y a Oscar por un delito de asesinato terrorista, diecisiete de asesinato terrorista en grado de tentativa, dos delitos de estragos, uno de robo y otro de falsificación de documentos oficiales. El tribunal también prohíbe a los condenados aproximarse o comunicarse con la viuda e hijos del general durante cinco años y también volver o acudir a Madrid o al lugar de residencia de estos familiares por el mismo tiempo. Además, ambos acusados deberán indemnizar conjuntamente a la viuda del fallecido con 70.000 euros y a cada uno de sus cuatro hijos con 20.000 euros para cada uno, así como con 80.600 euros a los heridos y más de 473.000 euros por los daños materiales causados.

La sentencia considera probado que Egúes y García Aliaga formaban, junto a otras tres personas, el comando Buru-Ahuste que actuaba en Madrid y que "de común acuerdo" decidieron y planearon la muerte del general de Brigada Justo Oreja Pedraza. Para ello, y después de recabar información sobre los hábitos y los movimientos del general, se apoderaron el 27 de marzo de 2001 de un coche que estaba estacionado en la calle Camino de Vinateros de Madrid, al que posteriormente colocaron unas placas falsas e introdujeron tres artefactos explosivos que había confeccionado uno de los otros tres miembros del comando.

El 27 de junio de ese mismo año, Dolores y ese miembro aparcaron el vehículo en las inmediaciones del domicilio de la víctima y al día siguiente ella y Oscar sacaron una bicicleta del maletero del coche y montaron sobre la misma uno de los artefactos de tres kilos de explosivos. Egües se quedó al volante del turismo y García Aliaga colocó la bicicleta con la carga, que accionaron por radio control cuando pasaba por la acera Justo Oreja. Las dos cargas explosivas restantes, también de tres kilos de dinamita, las dejaron en el vehículo robado. Una hizo explosión con un temporizador y la otra fue activada de modo controlado por la Policía. La explosión causó al general heridas que un mes después provocarían su muerte en el hospital de La Paz, donde permanecía ingresado, así como heridas de diversa consideración a otras 17 personas.

Egües y García Aliaga fueron detenidos en noviembre de ese año, el día 6, minutos después del atentado contra el secretario general de Política Científica, Juan Junquera, que resultó herido leve. La detención fue posible gracias a un ciudadano que sospechó de ellos y les siguió en su vehículo desde el lugar en el que había explotado el coche-bomba, en el distrito de Chamartín, hasta el de Ciudad Lineal, a donde guió a los policías que arrestaron a los presuntos etarras. El tribunal afirma que "no cabe la menor duda acerca de la intencionalidad de la acción" de los procesados en cuanto a que su conducta responde a la de "dos miembros activos" de la organización terrorista ETA.