El escándalo del sueldo al desnudo
Actualizado: GuardarEl secreto mejor guardado de las empresas, el sueldo de sus altos ejecutivos ha empezado a desvanecerse. Veintitrés de las empresas del Ibex 35 han presentado ya a la CNMV los datos de retribución de sus consejos de administración en 2005. Y los datos van a convertirse en tema de debate nacional. Por lo que se ha podido saber, el presidente del BBVA, Francisco González consiguió 4,13 millones más 4,8 millones de incentivo plurianual del periodo 2003-2005. Le siguen el consejero delegado del mismo banco, José Ignacio Goirigolzarri, con 3,317 millones más 4,034 plurianuales; el consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, que percibió 7,16 millones de euros; el director general, Francisco Luzón que obtuvo 4 millones; Matías Rodríguez Inciarte que llegó a 3,97; Emilio Botín que ganó 3,04; Ana Patricia Botín, del Banesto, que ingresó 2,73 y el presidente de Endesa, Manuel Pizarro que logró 2,2 millones. A esas cifras hay que añadir gastos de representación, retribuciones en especie, fondos de pensiones, blindajes por despido, bonus, stock options y otros incentivos que no se ofrecen de forma personalizada.
Los altos ejecutivos españoles todavía están lejos de los sueldos del presidente del Banco Credit Suisse, Oswald Grübel que ganó el año pasado 15 millones de euros y de los presidentes del UBS, Novartis, Deutsche Bank, Roche y Nestlé, que obtuvieron más de 12 millones. Y del record mundial de Lee Raymond, presidente de Exxon Mobil, que ganó 686 millones de dólares entre 1993 y 2005, que dejó la empresa el año pasado tras de haber multiplicado por cuatro la capitalización de la petrolera. En 1990, los sueldos de los CEO's eran 85 veces más altos que la media de los de sus empleados. Hoy son 500 veces más altos. Lo que está en cuestión ahora ya no es sólo la falta de transparencia sino la falta de límites a la discrecionalidad con la que los altos ejecutivos se remuneran y blindan sin que una ley proteja los derechos de los accionistas.