El equipo de 'Lola' visita Cádiz durante una sola jornada para rodar dos escenas
Ayer, la calle Zaragoza se convirtió en el barcelonés barrio de Gracia a petición del director, Miguel Hermoso
Actualizado: GuardarEl sonido de la claqueta volvió ayer a escucharse en la ciudad gracias a la inesperada visita del equipo de rodaje de Lola. Aunque en un principio no estaba confirmado que Cádiz capital acogiese la recreación de ningún pasaje de la vida de Lola Flores, su director, Miguel Hermoso, no quería perder la oportunidad de rodar en suelo gaditano tras la «grata experiencia de Fugitivas».
Tras una semana en Jerez, los miembros de Lola se trasladaron en la mañana de ayer hasta la céntrica calle Zaragoza para recrear una de las escenas que transcurren en el barrio barcelonés de Gracia. En concreto, explicaba Miguel Hermoso antes de comenzar a rodar, «es una de las últimas escenas de la película, cuando Lola se traslada hasta Barcelona para buscar al Pescaílla».
Aunque lo natural hubiese sido rodar en el propio barrio de Gracia, Hermoso aseguró que, aún gustándole el escenario catalán «preferí rodar aquí, porque, además de parecérsele y gustarme más, soy un enamorado de Cádiz y no quería perder la oportunidad de venir, aunque fuese sólo por un día, un par de escenas».
Dicho y hecho. Con unas horas de retraso y un nutrido grupo de curiosos en las inmediaciones de la Plaza San Antonio, la calle Zaragoza viajaba en el tiempo y en el espacio. Hasta en seis ocasiones Hermoso tuvo que gritar eso de «acción» para que el Cadillac que trasportaba a La Faraona hiciese su entrada. Del coche, una perfectamente caracterizada Gala Évora descendía para acceder al interior del número 9.
Aunque ésta es su primera in-cursión en la gran pantalla, Évora -miembro del grupo Papá Le-vante- parece haber captado a la perfección la esencia de Lola. «Va a ser toda una sorpresa para los espectadores porque está dando mucho juego, no sólo al cantar y bailar, sino también como actriz», asegura el director.
No era la única preparada para el rodaje. A su alrededor, una decena de extras de todas las edades venidos de Jerez hacían lo propio para que realmente esta calle gaditana se trasladase a la Barcelona de los años 40. Hasta un Citröen que permanecía aparcado a un lado de la calle fue objeto de un cambio de matrícula para que su procedencia fuese Barcelona y no Madrid, como originariamente rezaba su placa.
Exceptuando algún pequeño contratiempo, como los cambios de luz causados por las nubes que volvían locos a los técnicos o algunas quejas de los vecinos que no podían acceder a sus casas, el ro-daje finalizó a la hora de comer. Tras la pausa del almuerzo, el nuevo escenario fue la conocida Relojería Alemana de calle Columela. Allí, como explicaba Miguel Hermoso, se recreaba «una joyería madrileña a la que Lola fue a comprar, porque le encantaban las joyas». Algo más que encantado se mostraba el dueño del establecimiento, Tony Them, quien incluso interpretó para la película el papel de su propio oficio.
A pocos días de la conclusión de esta fase de rodaje de la película -hoy vuelven a Jerez para trasladarse el viernes a Sevilla-, el director se atreve a adelantar un balance del filme. «Está quedando mucho mejor de lo que es-perábamos», aseguraba ayer Mi-guel Hermoso, para quien esta re-construcción de los primeros años como artista de Lola Flores «gustarán sobre todo al público femenino, porque esta película es como un homenaje a las mujeres de los años 40 y 50 que tan difíciles tuvieron las cosas».
En cuanto a la valoración que podrán hacer los seguidores de La Faraona, Hermoso lo tiene claro, «van a quedar encantados, porque hemos sacado la parte más humana de Lola, más que a la artista». Un resultado que se podrá disfrutar en la gran pantalla a finales de este año.