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ATAQUE. Milicianos de Fatah, atados en el suelo. / AFP
MUNDO

Milicianos de Fatah asaltan instituciones del nuevo Gobierno

El acuerdo alcanzado con los dirigentes radicales no impide los enfrentamientos

EUGENIO GARCÍA GASCÓN/JERUSALÉN
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Fatah y Hamas volvieron a protagonizar ayer incidentes violentos en Gaza y Cisjordania. De nada sirvieron los llamamientos a la calma de sus dirigentes ni los contactos entre representantes de los dos partidos para intentar poner fin a los choques entre sus seguidores. Una vez más, fueron los milicianos de la formación de Abú Mazen quienes iniciaron la violencia, incitando y agrediendo a simpatizantes fundamentalistas.

El suceso más grave se desarrolló en la sede en Gaza del Ministerio de Sanidad, donde decenas de activistas de Fatah se presentaron armados. Según algunos testigos, los asaltantes querían que el ministro, Basem Naim, de Hamas, agilizara los trámites para que un familiar de un miliciano que padece cáncer fuera trasladado al extranjero para ser tratado, puesto que en los territorios palestinos no existen medios. Solicitaron una entrevista con el ministro y, cuando éste se negó, abrieron fuego. Los guardias respondieron y detuvieron a cuatro personas, a quienes ataron y vendaron los ojos. El tiroteo se saldó con cuatro heridos, uno de ellos en situación crítica.

Actuación aplaudida

Los ciudadanos que se hallaban en la zona aplaudieron la actuación policial, algo que vuelve a demostrar que la población de Gaza está harta de los miembros de Fatah, que se mueven por la Franja imponiendo su voluntad sin que la Policía, que en su mayor parte también es del partido, haga nada. «Ha quedado atrás el tiempo en que nuestras instituciones y nuestra Policía eran objeto de ataques. Cualquiera que empuñe un arma estará en peligro de muerte», dijo Jaled Abú Hilel, portavoz del nuevo Ministerio del Interior. Los de Gaza no fueron los únicos incidentes. En Naplusa, otros milicianos de Al Fatah ocuparon el Ayuntamiento; y en Yenin cientos de policías y seguidores de Abú Mazen dispararon al aire en una manifestación.