La dura realidad contra la fría burocracia

Aunque llevan nueve denuncias presentadas, Rosario Herrera aclara que «seguiremos haciéndolo, una y otra vez, hasta que alguien nos preste atención, pero, por lo visto, lo que nos está pasando no es suficiente para que la Justicia actúe, hay que esperar hasta que haya delito, o sea, hasta que a alguien de mi familia le ocurra algo importante y no tenga remedio». Esta misma semana la familia tiene previsto reunirse con el juez Decano, Juan José Parra Calderón, que les orientará personalmente sobre posibles líneas de intervención. Hace unos días, fue la federación de vecinos Solidaridad la que quiso que el juez informase «en persona» a los representantes de los vecinos sobre «si existe un protocolo determinado de actuación» que puedan seguir los afectados «cada vez que una sola persona aterroriza a todo un barrio». Según Santiago Casal, el juez decano les explicó que uno de los principales problemas que planteaba este tipo de situaciones es que «se da una acumulación de faltas, pero no hay delito, y no se puede actuar contra una persona mientras no lo haya cometido». Parra Calderón les garantizó, además, que «la Justicia actúa, a pesar de todas sus carencias».